Ruta realizada el lunes 24 de
Diciembre 2012 por Guille, Rodri y el
que les escribe.
Salimos a las siete menos veinte
desde Tomares, desayunamos, en Montellano, un café y su mollete con jamón
correspondiente. Rico pan el que hacen en Puerto Serrano.
Una vez pasado Ronda nos
dirigimos hacia El Burgo y, antes de llegar a esta población, la carretera pasa
por un punto que mediante un cartel indicativo de fondo marrón nos señala el
Puerto del Viento. Nosotros dejamos el coche algo antes, en una curva muy pronunciada
que realiza la carretera en un ángulo de 180º.
Con las botas de montaña en los
pies y la mochila a la espalda, comenzamos nuestra andadura algo antes de las
nueve de la mañana.
Lo primero que vimos fueron dos
carteles que prohibían el paso a personas ajenas a esta finca aunque, en ningún
momento tuvimos que superar ninguna valla o portilla.
Hacía viento y algo de frío, era
bastante temprano y el sol aun no había salido.
Tomamos rápidamente un senderillo
algo claro - supongo que de ovejas que vimos muchas a lo largo del día - y
tiramos para arriba alineados con el vértice al que íbamos a subir. Llevaba un
sólo track cargado en el GPS - no hay muchos de la zona - y me servía
exclusivamente un pequeño tramo, principalmente para la vuelta del pico.
Durante un buen rato no paramos de
subir con una buena pendiente. Teníamos muchas posibilidades y alternativas
para elegir mientras subíamos y elegimos, evidentemente, la marcada en nuestro
track, aunque podíamos haberlo hecho por otros itinerarios similares.
Cuando nos dimos cuenta estábamos
en lo alto de lo que, desde abajo, veíamos como límite entre la tierra y el
cielo, pero para nosotros situados en este punto no era más que una posición en
la continua subida que aun nos quedaba por hacer.
Próximos al promontorio rocoso,
que es el vértice al que nos dirigíamos, se transformaba el terreno en unas
especies de terrazas rocosas a diferentes niveles. Todas las tuvimos que
superar para alcanzar nuestro objetivo, el poste geodésico.
Ahora, tengo un problema!! Este vértice,
según muchos blogs en los que me he estado informando para realizar esta ruta,
se llama pico del Viento de 1.428 m de altitud pero, según el IGN, es el pico
Blanquilla de 1.428m de altitud. Estamos en la Sierra Blanquilla.
En el polo opuesto, utilizando la
carretera como eje, el IGN marca al Cerro del Viento con 1.302 m de altitud,
así que yo utilizaré los términos oficiales del Instituto Geográfico Nacional.
Tras un rato en el pico
Blanquilla tomando algo de sol que, por fin, salió, tomamos algunas frutas,
barritas y líquido elemento. Yo para variar me moví por los alrededores llegando
al extremo de la cordal con inmejorables vistas.
Emprendimos la bajada del vértice
realizando una circular. Bajamos por una gran pendiente campo a través
utilizando los senderillos de los animales hasta conectar con el trozo de track
que tenía cargado, utilizándolo para caminar por encima de unos pequeños
cortados.
Llegamos a una pequeña explanada
desde la que se observaba un bonito torcalito por el que nos metimos buscando
el mejor paso para conectar con la carretera situada debajo de nosotros.
Tuvimos la suerte de pillar la
dirección adecuada y rápidamente conectamos con ella.
La atravesamos y, en unos
inmensos bloques de piedra, nos subimos para comer algo de fruta y coger
energía para el próximo ascenso.
Al principio, tuvimos que bajar
algo hasta llegar al fondo del valle y comenzamos la subida por la falda de la
montaña - subiendo en diagonal - sobre la que se sitúa el cerro del Viento.
Son paredes verticales que a
primera vista parecen inexpugnables, pero cuando habíamos alcanzado una
generosa altitud, topamos con una manga o lengua de piedras, para mí, por
desprendimientos ocurridos, que tuvimos que pasar transversalmente, de repente
nos encontramos una valla y aunque estuvimos buscando un posible paso, una
portilla o algo parecido, no lo logramos hallar.
Tras pasar la valla, buscamos el
tramo más cómodo y fácil, para poder pasarla y no deteriorarla, nos dimos
cuenta que a lo lejos, en la parte más baja de la valla, igual, había una
especie de cancela, pues desde lejos se veía de distinto color que el vallado.
Una vez superado este obstáculo,
nos dirigimos hacia la base de los cortados o paredes verticales, que también
estaban limitados por un vallado, subimos un poco para llegar a esta zona y
continuamos andando dejando la valla junto a nosotros a nuestra izquierda.
Íbamos mirando un posible paso
que nos permitiera acceder a la cordal de este cerro y, de repente, vimos una
especie de canchal que aparentemente tenía desde abajo ciertas posibilidades de
éxito.
Lo primero era superar de nuevo
la valla. Buscamos un tramo cómodo y la superamos, después nos pusimos, mano a
la obra, a subir entre pedregales y bloques mayores, pero con un trazado
intuitivo que nos permitió llegar a la cordal, o más bien, a un pequeño
ensanchamiento plagado de piedras y de hierba verde.
Tras realizar multitud de fotos
hacia un lado y otro de esta loma, nos dirigimos hacia la parte inferior de
esta teórica cordal que poseía unos cortados de vértigo y anduve un rato sobre
la cresta en sentido descendente por verla y ver sus vistas.
Como hoy es un día que no había
que tardar mucho en regresar, ya que es Nochebuena, rápidamente enfilamos hacia
su cumbre y en un momento estábamos en el Cerro del Viento que, bien que le han
puesto el nombre!! Menudo vendaval soplaba allí arriba!! Aunque, en honor a la
verdad, en Blanquilla igual o más.
Las fotos de rigor, las últimas
viandas y, por supuesto yo, hacia el extremo de esta cordal del Cerro, que se
corta a pico y son alucinantes las vistas desde aquí. Impresionantes!!!
Sólo nos quedaba bajar y, en el
google earth, percibí unos caminos o carriles a los que quería llegar para
conectar y terminar la ruta por ellos.
Se encontraban situados por la
falda que bordeaba al cerro contraria a la que habíamos subido. Así que en esa
dirección nos fuimos.
Cuál fue nuestra sorpresa, tras
seguir un sendero relativamente bien marcado que además iba en la dirección
propicia, al encontrarnos una especie de pequeño llano-terraza que limitaba a
un impresionante cortado.
Nada, aprovechamos las magníficas
vistas que desde aquí se nos regalaba y no nos quedó otro remedio que modificar
la trayectoria. Fuimos bordeando los márgenes o límites de estas grandes
paredes verticales y, por su parte superior, nos encontramos con una gran
depresión llena de un gran caos de rocas que tomaba una inclinación hacia donde
nos dirigíamos, pero no teníamos claro si abajo del todo podíamos acceder al
camino ansiado.
Ante la duda preferimos seguir
adelante. Buscando una alternativa mejor y más segura, pasamos debajo de unas
inmensas torres de electricidad y eso nos hizo pensar que la posibilidad de
bajar era mayor.
Encontramos entonces un
marcadísimo sendero, lo seguimos y nos
bajó hasta conectar con el carril.
Caminamos sobre él hasta divisar la carretera y luego por el lecho de un arroyuelo que, al principio, circulaba paralelo al camino y, luego, terminó conectando con la carretera y nos llevó justo hasta donde teníamos el vehículo aparcado.
Caminamos sobre él hasta divisar la carretera y luego por el lecho de un arroyuelo que, al principio, circulaba paralelo al camino y, luego, terminó conectando con la carretera y nos llevó justo hasta donde teníamos el vehículo aparcado.
Segundos antes habíamos visto un
numeroso rebaño de ovejas atravesando la carretera y pasando junto a nuestro
coche.
El track de la ruta lo puedes descargar en el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3769320
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