Ruta realizada el día 28 de Mayo
del 2016.
Fuimos Mª José y yo, Antonio, a
realizar una ruta que ya hice con mi amigo Paco Flores y Birgit, en el 2011.
Disfrutamos de un día fresco,
donde la temperatura no nos subiría de los 22º grados, aproximadamente y tuvimos
cielos donde las nubes iban alternándose a una velocidad de fórmula uno. Cierto
es, que nos cayeron dos chaparrones pequeños que duraron el tiempo de buscar el
cortavientos en el interior de la mochilas, cubrir las mismas y colocárnoslo,
pero que refrescaron el ambiente.
Mi primera pretensión, era
realizar una circular. Llevaba dos opciones, una más amplia y otra más
recortadita, pero ninguna de ellas pudimos ni plantear.
Nos levantamos ese día muy tarde,
principalmente por indecisión en realizar la ruta o no hacerla y cuando
llegamos a un acuerdo y partir hacia el pueblo de Istán, resulta que cuando aparcamos
el coche en la parte alta del pueblo, pasado el hotel Alto de Istán, junto al
depósito de aguas de la localidad, se trataba de una hora nada adecuada para
iniciar un recorrido, pero ya no teníamos otra alternativa.
Así, que partimos con mochilas a
la espalda y botas de montaña en los pies, a las 12,10h de la mañana, con lo
que decidí realizarla de nuevo lineal, exactamente como la hice años atrás,
total, me acordaba de poco, la verdad.
Observando de frente el depósito
de aguas, el carril por el que habíamos subido se bifurcaba en dos, uno para la
derecha, que podría considerarse como la dirección natural del camino y otro,
en subida, hacia la izquierda, dirección Ojén, como indicaba un cartel de
madera. Por donde tiramos.
Tras ascender unos pocos metros,
había que estar atentos a un sendero que se nos abría entre la exuberante
vegetación, a nuestra derecha, por donde había que continuar.
Realmente, no había qué perder la
senda que estaba muy marcada y donde podríamos tener ligeras dudas, estaba bien
señalizada mediante hitos, sin dejarla nos llevaría a la misma cumbre.
En líneas generales, se trataba
de un itinerario lineal con dirección Noreste, que subiría por varias de las
estribaciones de la zona Oeste de sierra Blanca, por la vertiente que da hacia
el embalse de la Concepción y al río Verde.
Fuimos en continuo ascenso por
una senda muy definida y limitada por bastante vegetación. Al ir alcanzando
altura, las vistas sobre el embalse eran extraordinarias y hacia el Sur, se
comenzaba a perfilar la costa malagueña.
Hacia atrás, dejábamos la
localidad de Istán, con el campo de futbol y la piscina en primer lugar, visto
desde arriba.
También se nos abrió unas
espléndidas vistas hacia la parte central de la Sierra Blanca, con el
sobresaliente y altivo, cerro de la Fulaneja (por ese recorrido pretendía pasar
mi circular más amplia)
Se trataba de una senda en
continuo y fuerte ascenso, alcanzamos un primer puerto, según he leído, el
Puerto Currito, donde comenzamos a cambiar de vertiente, para pasar a la
siguiente estribación, cruzamos varias.
El siguiente Puerto que nos
esperaba, es decir, el siguiente cambio de estribación, era el Puerto Ventana,
al que nos dirigíamos.
En este tramo, recuerdo un paso,
que no complicado, había que prestar atención, ya que se caminaba por una losa
inclinada con caída lateral importante. En condiciones climáticas adversas,
habría que mostrar bastante precaución al pasarlo.
Más adelante, tuvimos la peor
zona, a mi entender. La senda estaba flanqueada por plantas de aulagas y por
más cuidado que pusieras, te llevabas buenos pinchazos, no vendría nada mal que
se desbrozara ese tramo, además estaban invadiendo el sendero, con lo que al
apoyar los pies sobre él, en muchas ocasiones, ibas a ciegas pues no lo veías y
eso me tensaba más, ya que no controlaba a la "pícara viborita", mi
obsesión en estas fechas en las rutas por el campo.
Alcanzamos el Puerto Ventana, se
trataba de un balcón con una visión limitada en forma de "V", donde
se apreciaba la cordal de la Concha arriba y a lo lejos, creo, por primera vez
y sobre todo, el precioso punto de vista que se contemplaba sobre la costa de
Marbella y San Pedro de Alcántara.
La distancia hasta la Concha
asustaba, parecía que estaba muy, pero muy alejada, además de verse aún
excesivamente alta, pero el sendero continuaba por la siguiente vertiente, así
que no lo pensamos y continuamos.
Se trata de un itinerario que no
aconsejo a iniciados, no sólo por el desnivel y la longitud, sino por el
terreno por el que se camina, que aunque claro, nada cómodo y bastante
montañero.
Con vistas amplias y siempre
impresionantes, llegamos al primer barranco más acusado del recorrido. Cruzamos
el arroyo de Gracia, cambiando inmediatamente de vertiente, desde la que
contemplábamos perfectamente el trazado marcado en la ladera anterior por dónde
veníamos.
Plantas de todos los tipos,
flores diversas y palmitos esbeltos y altos, siempre caminábamos embutidos en una
espesa vegetación con muchísima salud y vigorosidad. Alcanzamos la parte alta
de esta nueva vertiente o ladera, para pasar a la siguiente, cruzamos el
siguiente barranco, en esta ocasión el arroyo del Castillejo, donde nos paramos
a picar unas frutas.
Subimos la ladera contraria,
llegando al Puerto de Corralillos. Situados en la divisoria de vertientes,
continuamos por la misma, dejamos de cruzar estribaciones.
En su comienzo la senda la
seguimos estando atentos a los hitos que nos llevaban muy próximos a la cordal
pétrea que formaba la estribación, con pasos donde un error te podría producir
mínimo, una buena torcedura de tobillos. No era difícil, pero había que prestar
bastante atención.
Pasada esta primera parte,
reanudamos la marcha por senda clara y bien definida.
Ya divisábamos la hilera de
nubes, que procedentes del mar iban dejando una difusa columna de agua que se
iba aproximando a nosotros. También localizamos en el fondo de unos de los
acusados barrancos, los restos de un helicóptero o avioneta estrellada.
No nos quedó otro remedio que
colocarnos los cortavientos y la funda a las mochilas, porque nos comenzó a
llover, aunque se trató de poco tiempo. Esto nos ocurrió, al menos, tres veces.
Llegamos por fin, donde nuestra
senda conectaba con la procedente del refugio del Juanar, prácticamente en la
dorsal que nos llevaría hacia la cumbre, en la zona donde el IGN, nombra como
el Cepillo del Enebro. Dejamos a nuestra izquierda el cerro Lastonar, que ya
subí en una anterior ocasión y siguiendo la línea de cumbres, nos dirigimos
hacia la Concha.
Las vistas si en todo el
recorrido fueron magníficas, aquí aumentaron. Se abrieron las vistas sobre la
costa, de Marbella a Fuengirola y mucho más allá. La otra vertiente de la
sierra Blanca, con la Cruz del Juanar como pico más representativo, además de
otras sierras más lejanas.
Todo este trayecto es por sendero
marcado, claro y sin opción a pérdida, pero que se realiza muy lento, no por la
dificultad, sino que no puedes avanzar, sin mirar a uno y otro lado con esas
magníficas vistas. Es como caminar cómodamente por una abrupta cordal, con
pendientes y tajos enormes a ambos lados y tu vas por la parte más alta,
mientras lo demás, yace bajo tus pies.
Este pico, junto con algún otro,
son de los que siempre he considerado como brutales miradores naturales, te
encuentras en lo alto de esa elevación sin que nada a tu alrededor te enturbie
o te distraiga, sólo otear y gozar de las espléndidas vistas.
Una vez en la cumbre, nos tomamos
unas frutas, el bocata y rápidamente nos dispusimos a regresar, ya que habíamos
subido con mucha calma, además de haber partido bastante tarde y aún nos
esperaba por delante, un largo trayecto en coche para volver.
Todo el camino de vuelta fue por
el mismo de ida
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
NOTA:
Con este
blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago,
normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo.
Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de
realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en
cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las
explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de
este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni
la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los
tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro
agrado y os sirva la información.
Gracias por vuestra visita.
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