Ruta realizada el día 31 de
Octubre del 2015.
Fuimos Mª José y yo, Antonio, a
realizar una nueva ruta por la preciosa Sierra de Cazorla, Segura y las Villas,
en esta ocasión, nos hospedábamos en la localidad de Villanueva del Arzobispo.
Para acceder al punto de inicio
de la ruta, tomamos por la carretera que une el Tranco con la localidad de
donde estábamos alojados, la JH-7048, algo antes del Km 21, nos desviamos hacia
el área recreativa Charco del Aceite, pasando junto a la venta de los
Agustines.
Obviamos el carril que nos
llevaría hacia el área recreativa, cruzamos por un puente el río Guadalquivir y
continuamos por esa estrecha y sinuosa carreterilla unos buenos kilómetros, más
de veinte, por lo menos, casi todo el tiempo en ascenso, salvo algunos tramos
relativamente llanos, hasta que alcanzamos una zona cercana a los Rasos,
próxima al arroyo de las Aguascebas de la Cueva del Agua (según IGN). En un
ensanche al lado de la carretera con barandillas de madera, dejamos el coche
(creo que junto al área recreativa Gil Cobo).
Adjunto el track de acceso,
aunque comenzó a grabar algo tarde por falta de conexión con los satélites, de
todas formas, lo cuelgo a título orientativo:
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies, iniciamos este recorrido, caminando unos metros por la
propia carretera, para incorporarnos a un carril de tierra que junto al citado
arroyo anterior, se introducía paralelo y longitudinalmente a su cauce (vimos
un cartel que le daba nombre de río Aguascebas de Gil Cobo). Ustedes mismos...
Nos encontramos con un cartel que
señalaba el recorrido del sendero de Aguascebas de Gil Cobo y otro, que nos
dirigía hacia el refugio Majalserbal, distante unos 2,9 Km.
Un carril por donde pasaban desde
todo terrenos a turismos convencionales, pasamos junto a una fuente y enseguida
llegamos a la Cerrada de San Ginés, donde el carril se encajona entre las altas
paredes.
Continuamos por el camino de
tierra hasta encontrar una bifurcación a la altura del prado de los Espinares, el
camino de la Cañada del Avellano.
De tirar para nuestra derecha, hacia
Jabalcaballo, hubiéramos caminado hacia el refugio señalado al inicio de la
ruta y hacia la ruta de Peña Corva y hacia nuestra izquierda, por donde fuimos,
al carril de Blanquillo-Collado del Perenoso.
Un carril típico de esta sierra
de las Villas, plagado de pinos, pero que en breve tiempo lo abandonamos para
salirnos hacia nuestra derecha, según caminábamos.
Bordeamos por la base, desde el
Oeste al Este el cerro de la Lancha de las Escaleras, para terminar de nuevo
sobre el cauce del río Aguascebas de Gil Cobo, que nacía por esta zona.
Por la vaguada por donde
discurría el pequeño curso de agua, entre las vertientes procedentes de la
estribación Sur de la Blanquilla y la dorsal en cuyo extremo Sur, se encontraba
la Lancha de la Escalera, fuimos caminando por un tenue sendero en ascenso
suave.
Llegamos a lo que se podría
considerar el nacimiento del curso acuático, una fuente que vertía sus aguas en
unos tornajos de madera, a modo de abrevaderos. Allí coincidimos con una pareja
que se dedicaban a coger diferentes tipos de setas y que durante un corto
tramo, fuimos vecinos de ruta.
Seguimos vaguada arriba, entre
grandes pinos laricios, por un sendero difícil de seguir, se perdía e incluso
en ocasiones no existía, hasta que alcanzamos el collado, tras pararnos a comer
unas frutas y decidir como continuar hacia el pico, decidimos buscar la cordal
directamente, así que cambiamos de dirección y en acusado esfuerzo, nos vimos
sobre la mismísima divisoria de cumbres.
Ya teníamos frente a nosotros la
característica silueta de la cumbre que pretendíamos pisar, parecía una ola de
mar petrificada y congelada en su movimiento, pero antes, preferimos acercarnos
a una elevación que quedaba en sentido opuesto sobre la misma dorsal, con un
gran hito de piedras.
Después enfilamos hacia la
Blanquilla (según IGN) Blanquillo o Pedro Miguel, para otros, que en ascenso,
pero por un terreno rocoso, fácil de caminar, llegamos enseguida. Fotos antes y
sobre la cumbre y a gozar de sus amplias vistas. Por algo se trata de la máxima
elevación de la Sierra de las Villas.
Estuvimos un buen rato sobre su
cumbre, bien merecía la pena escudriñar todos los rincones que sobresalían
alrededor. Aunque llevaba varios tracks, uno de ellos nos acercaba al Morrón de
los 4 términos, no vi conveniente abarcar mucho, primero, porque los días no eran
demasiado largos y segundo, por el total desconocimiento de la zona.
Así que para no realizar una ruta
circular con el único objetivo de subir a la máxima cumbre de la Sierra de las
Villas, optamos por subir a unos de los Hermanitos, el más alto, que teníamos
cercano.
Eso supuso, bajar por la
vertiente Oeste del Blanquillo, llegar al collado que los une y comenzar una
nueva subida por su cara Este, por supuesto, campo a través, buscando los
mejores pasos. No sin cierta intuición montañera, logramos encumbrar la nueva
elevación.
Esta cumbre, ligeramente
vertiginosa, de altitud 1.785m, disponía de unas vistas hacia el Oeste,
espléndidas.
Aunque disponíamos de tiempo y
podríamos haber pisado el segundo Hermanitos, preferí ir con ciertas garantías
de luz, para descender por el "Paso", hacia el Camino de la Cañada
del Avellano, con lo que esta última elevación supuso nuestro último objetivo a
ascender.
Regresamos por donde mismo, hasta
llegar al collado que unía ambas cumbres, luego cruzando en diagonal la vertiente
Oeste del Blanquillo, para evitar subir de nuevo a su cumbre, accedimos a su
cordal, para descender inmediatamente dirección Este, directos hacia el
"Paso"
El "Paso", no era otra
cosa que la zona de bajada entre las dos claras repisas situadas a diferentes
cotas. Una, sobre la que descansaba la base del pico Blanquillo, donde en ese
momento nos encontrábamos y otra, por donde se encontraba el Camino de la
Cañada del Avellano, hacia donde pretendíamos conectar.
Se trataba del único paso lógico
y factible para descender a una cota inferior. Era un sendero, más bien, una
repisa inclinada caliza, que descendía pegada a las paredes verticales que
formaban el escalón entre ellas. En el estado que nos la encontramos, no
suponía ningún riesgo recorrerla, pero con presencia de nieve, o peor, con
hielo, si habría que extremar las precauciones.
Pasado este tramo, sólo nos quedó
seguir un claro, pero incómodo sendero, ya que durante un sector del recorrido
estaba muy deteriorado y con gran pendiente lateral, hasta que nos llevó hacia
el citado camino.
Una vez en él, de forma relajada,
fuimos caminando y gozando de el precioso valle por el que discurría, formado
por las vertientes procedentes de la zona de los Rasos y por el otro lado, de
la Lancha de la Escalera.
Alcanzamos el punto, por donde a
la mañana, abandonamos este carril para realizar la circular y el resto del
camino fue por el mismo de ida, atravesando de nuevo, la bonita Cerrada de San
Ginés y acompañando en todo momento al río Aguascebas de Gil Cobo, hasta dar
con nuestro coche.
Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-de-subida-al-pico-blanquillo-y-hermanillos-sur-desde-el-area-recreativa-de-gil-cobo-sierra-27199335
NOTA:
Con este
blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago,
normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo.
Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de
realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en
cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las
explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de
este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni
la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los
tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro
agrado y os sirva la información.
Gracias por vuestra visita.
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