Ruta realizada el 22 de Diciembre
2012.
Fuimos Juan José y yo, y
realizamos una ruta circular por Sierra Cabrilla.
Seguimos el track del “coleta” en
wikiloc, que nos sirvió de orientación y base.
Desde Sevilla y, por la autovía
de Málaga, nos desviamos a la altura de Osuna. Pasamos por El Saucejo, Armagen
(donde desayunamos), Cañete la Real, Serrato y por el interior del pueblo de El
Burgo, ya con dirección hacia Yunquera pero, antes de llegar a él, dejamos el
coche a la altura de la finca “La Capellanía” con su gran cancela roja y muros
blancos.
Aquí nos colocamos nuestras botas
y mochilas y comenzamos nuestra aventura senderil.
Pasamos por el carril de tierra
que pasa junto a una nave de techos verdes, prácticamente enfrente de la finca
anterior.
El carril es en continuo ascenso
igual que toda la ruta hasta llegar a la cumbre del Cabrilla.
Pasamos un arroyo, gracias a las
piedras puestas para este fin. Casi en el punto donde dejamos el carril, nos
metemos por un pequeño sendero que se encuentra a la altura del cortijo del
Chorrito, empleado para la cría de animales domésticos, principalmente cabras.
Vamos subiendo por un senderillo que se va desplazando paulatinamente a
nuestra derecha y en continuo y duro ascenso, pues va bordeando la mole de la
sierra de Cabrilla.
Llegamos a la altura de una antigua era y los restos de un cortijo. Supongo
que se trata del Cortijo del Mechorro.
Seguimos subiendo por senderillos
realizados por las cabras, buscando los mejores pasos y más cómodos, pero
siempre en pendiente hacia arriba. Íbamos a un gran ritmo, casi sin hablar, ya
que había que respirar primero pero, de vez en cuando, hacíamos alguna pequeña
paradita para coger aliento, gozar de las amplias y magníficas vistas que
teníamos desde aquí y, por supuesto, para tomar nuestras merecidas fotografías.
Llegamos a la cordal o collado de uno de los brazos o nerviaciones de
los que forman la sierra Cabrilla y nos dio la oportunidad de contemplar las
vistas que para la otra vertiente existían, que hasta ahora se nos mantenían
ocultas.
Se nos abrieron delante otras maravillosas vistas!! Se veía Málaga
perfectamente, el mar Mediterráneo y toda la columna montañera de nuestro país
vecino. El cielo estaba completamente despejado y las vistas eran
increíblemente profundas y lejanas, alcanzando grandes distancias.
Encumbrado el pico Cabrilla o Cerro de la Blanquilla, de 1.503m de
altitud, y realizando multitud de fotos, nos dirigimos hacia las dos
elevaciones más extremas de la cara que daba hacia El Burgo. Vistas alucinantes
e inmejorables!! El día estaba fantástico para ello.
Picamos algo y reanudamos la marcha dirección hacia Prieta. En principio
teníamos intención de subirla si el tiempo nos daba de sí y si las piernas nos
dejaban.
Se llega a una simpática terraza desde la que se contempla el pico
Prieta y una elevación existente entre ambas cumbres.
Una tremenda bajada para luego
pasar como se pueda la elevación intermedia y, a continuación, la tremenda
subida sin mencionar que, desde aquí, todo parece agreste - crestas de caos de
rocas- intuyéndose pasos difíciles y complicados. La cosa no pintaba demasiado
bien.
Pues nada, para abajo!! Campo a través
y buscando los mejores trazados, llegamos a la zona previa a la elevación
intermedia y aquí perdimos un tiempo de oro buscando como afrontarla sin perder
excesiva altura. Primero por arriba, la cosa no estaba clara, después por la
derecha, aunque terminamos bajando más de lo que queríamos y por último tras
debatirlo, probamos por la izquierda de la elevación.
Cuando pasamos la siguiente portilla de este itinerario, prácticamente,
habíamos bordeado la elevación y nos empezábamos a meter en una zona de pinar
pero, al observar para arriba, vimos el collado y una cueva abrigo sobre la pared
del Prieta que nos llamó la atención.
Por la hora que era no teníamos
nada claro si subir al Cabrilla era conveniente ya que, bastante tramo de
vuelta iba a ser con los frontales puestos y no nos apetecía mucho. También la
subida fue muy machacante y andábamos cortos de batería. Aunque se nos suelen
activar con los retos, también tengo que decirlo.
El caso es que quisimos subir al
collado y allí lo decidiríamos.
Aquí decidimos mejor visitar la cueva que subir al pico y así lo hicimos.
Vimos varias oquedades por el camino, fotos a punta pala y, para abajo a buscar
la conexión con el sendero que dejamos antes de subir al collado. Todo, por
supuesto, campo a través y con pendientes fuertes y terreno resbaladizo, rocas
y tierras sueltas. Como Dios manda, claro que sí!!
Ya sobre el sendero caminamos, con subidas y bajadas suaves, entre
pinos. Vimos una gran roca sobre la que daba el sol y allí comimos. Una vez terminado
el almuerzo, continuamos llegando a un punto, un mirador natural formado por
terrazas de rocas como en gradas, donde
dejábamos la cara Norte por la que íbamos y se nos abría la Sur mediante un
amplio e inmenso valle que daba hacia el pueblo de Casarabonela.
Bajamos ligeramente sobre esta nueva ladera y la recorrimos paralela a
su cordal pero algo más abajo para salir al final, de nuevo en su parte
superior, donde concurre un sendero procedente de Casarabonela. Supongo!!
A partir de aquí volvemos a introducirnos en la cara Norte, que ya no
abandonaremos, prácticamente en descenso continuo salvo un pequeño tramo de
subida.
Nos lleva a un nuevo cruce de senderos, señalado con un cartel de madera
que indicaba “Mirador de la Campana”, hacia el que nos dirigimos.
Una vez en el mirador, que es una cosa curiosísima e impresionante,
encontramos un hueco formado en la roca con una caída vertical de al menos unos
20m que, al acercarte te produce un vértigo de espanto. Lo estuvimos bicheando
por todos sus rincones factibles. Fotografías a saco.
Continuamos ladera abajo con acusada pendiente y por terreno bastante
resbaladizo, principalmente barro casi seco y, al final de la misma, mediante
un hueco de paso abierto en el vallado, nos incorporamos a un carril de tierra
- creo que llamado camino de Espíldora - por el que continuamos nuestra
andadura.
De forma más relajada caminábamos
en estos momentos. No es que fuera el llano propiamente dicho pero, sí sus
pendientes más suaves.
Más adelante y ya sin ir por el
carril anterior, tiramos por un sendero, tuvimos que atravesar un nuevo vallado
por su portilla y, acto seguido, cruzar un arroyuelo que llevaba bastante agua.
Ahora nos tocó subir de nuevo, aunque de forma más moderada, hasta
conectar con un nuevo carril a la altura de una toma de agua que parecía recoger
las aguas de otro arroyuelo que, algunos metros más adelante, tenía un inmenso
depósito de aguas cilíndrico.
Durante un buen tramo continuamos
andando por este carril hasta un punto donde también lo abandonamos para tomar
por otro senderillo dirección al collado existente.
Prácticamente a la altura del collado a superar vimos desde nuestra
posición y hacia la derecha los restos de otro cortijo - posiblemente, el
cortijo del Pilar. Tuvimos que caminar por terrenos de labor hasta conectar con
el último carril del recorrido y éste nos llevó de nuevo al cortijo del
Chorrito, por el que pasamos por la mañana.
Ya el resto del recorrido, fue
por el mismo camino de ida de la mañana hasta terminar en nuestro vehículo al que,
por cierto, llegamos de noche, como le gusta a mi querido amigo Juan José.
Un día aprovechado al cien por
cien.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Para descargar el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3793840
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