Ruta realizada el día 9 de Enero
del 2016.
Fuimos Juan José y yo, Antonio, a
realizar y explorar esta ruta por un entorno más artificial que natural, legado
que nos dejó el gobierno inglés de finales del s.XIX.
Os aconsejo echarle un vistazo al
blog Falsos Llanos de mi compañero de ruta, para que estéis informado en lo que
acaeció, por entonces, en este entorno minero:
Dejamos el vehículo en los
aparcamientos de la abandonada mina de la Peña del Hierro.
Con mochilas a la
espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos esta ruta en sentido opuesto
a la corta, que veríamos en último lugar cerrando la circular.
De momento, nos conformamos con
ver y fotografiar una restaurada torre de explotación minera, además de
diferentes recintos de diversos usos mineros. El tono rojizo lo impregnaba
todo.
Tomamos por una pista forestal,
junto al amplio cauce de un arroyo, supongo artificial que alimentaba a
diferentes y pequeños embalse situados estratégicamente sobre el arroyo de la
Peña del Hierro.
Por esta pista nos pasaron varios
4x4, que más tarde, en el regreso de
esta ruta coincidimos con ellos, tratándose de cazadores de caza mayor, que se situaron
a lo largo de un cortafuego por el que tuvimos que pasar, donde varios de ellos
no se lo tomaron del todo bien.
El camino nos llevó paralelos a
una enorme plantación de cítricos, multitud de naranjos. Esperemos que sus
raíces no extraigan los jugos perjudiciales que seguramente contendrán estas
tierras, también localizamos una abandonada iglesia construida supuestamente
por los trabajadores de las minas.
Algún que otro pino flanqueaba el
camino que nos terminó llevando al embalse de Gossán, atravesando su brazo más
Oriental por un puente, por el que estaba adosado a él una ancha y oxidada
tubería metálica.
Tomamos dirección Norte siguiendo
el contorno del embalse, bordeándolo por su orilla Este, siempre por un ancho y
claro carril y con la tubería acompañándonos en todo momento. En cualquier
parte te sorprendía algún tipo de válvula, grifos y un sin fin de tubos de
todos los diámetros.
Paralelo y a cierta distancia de
nosotros, pasaba la carretera que une Campofrío con Minas de Riotinto. Pasamos
junto a la Casa del Zapatero y el camino nos introdujo junto a enormes tuberías
hacia la presa del embalse de Campofrío, junto al arroyo del Dique, un tramo
algo abarrancado.
Situados bajo la presa, junto a
varias enormes válvulas y tramos de tuberías pintadas de verdes, en perfecto
estado, tomamos un acceso lateral que mediante varios tramos de escalones nos
subía hacia la carretera que mencioné anteriormente.
Estuvimos sobre la presa, la
atravesamos y la escudriñamos, regresamos de nuevo a la vía y caminamos un
corto tramo hasta llegar a un mirador sobre el embalse, situado en plena curva
de la carretera. Allí había asientos y mesas metálicas cuya parte superior era
de cerámica con tableros de ajedrez dibujados sobre ella, también me sorprendió
un lagarto gigante realizado con piedrecitas, en el suelo de este mirador.
Un cartel indicativo realizado en
metal y cerámica, colocado por el ayuntamiento de Campofrío, nombraba la zona
como Dique de Campofrío e informaba un poco sobre las obras realizadas en el
embalse.
Seguimos ligeramente junto a la
carretera, apartándonos progresivamente de ella por un sendero, para comenzar a
bordear el embalse, primero por su cara Oeste, para terminar por la Norte,
donde encontramos de nuevo otro camino de tierra.
Lo cogimos con poca agua, y eso
que el Barranco de los Valles, aportaba algo de agua al embalse, por lo que su
superficie embalsada de agua, era menor que la representada incluso en los
mapas (por ello el track aparece como si caminásemos sobre las aguas, je, je..)
y además tuvimos la oportunidad de poder visitar la isla que se suele formar en
él, para nosotros, en ese momento, se trataba de una península, de fácil
acceso.
Tras bordear completamente el
islote, regresamos por el mismo camino que por donde entramos, conectando otra
vez con el carril, ahora con dirección Este.
El camino pronto se bifurcó y
tomamos a nuestra derecha, el más próximo al embalse. Cruzamos el Regato del
Contador, un arroyo que tuvimos que ingeniárnosla, para no mojarnos.
Pasado el Regato, abandonamos el
camino, realmente, para trocharlo de una forma tonta, ya que acabamos de nuevo
sobre él más adelante, pero tras subir y bajar posteriormente un cerro, La
Atalaya, al que ni siquiera encumbramos.
Se trató de un tramo más interesante,
ya que al principio nos abrimos paso entre la vegetación, para luego terminar
caminando entre enormes eucaliptos, arbustos y otras plantas de menor porte.
Salimos al camino anterior y nos
dejó en un cortafuego que tomamos durante un tramo en ascenso, tras pasar el
puente del Carpintero, para salvar el Barranco del nombre homónimo.
De seguirlo, nos hubiera llevado
a lo alto del Puerto del Ermitaño, pero a mitad de trayecto aproximadamente, lo
abandonamos, cogimos un tramo campo a través, para pasar a otra especie de
cortafuego paralelo, pero situado algo más al Este del anterior, que también en
ascenso, lo hicimos bastante rápido, ya que fue aquí donde coincidimos con los
cazadores que indique al principio.
Alcanzado su parte superior, el
Puerto de la Chaparra, y algo más serenos y tranquilos por el tema de haber
estado metidos en el meollo de la zona de tiros, caminamos algo más relajados y
en descenso hacia el embalse de Tumbanales I, aunque no nos acercamos en ningún
momento, pasando por unas especies de acequias enormes que lo bordeaban por el
Oeste.
Acabamos conectando sobre otro
camino, procedente del abandonado núcleo de los Ermitaños y nos condujo hacia
la presa del embalse de Tumbanales II, tras coger una bifurcación a la
izquierda.
La atravesamos, dejando al lado
la doblada y estropeada barbadilla, así como grupos de extracción de agua,
tuberías y una ruinosa caseta. Pasada la presa tomamos a la derecha en la
siguiente bifurcación del camino para pasar junto a una enorme balsa, que tenía
una enorme lona como fondo, al lado contrario de la balsa y bastante más abajo
de donde estábamos, se veía con otras perspectiva el cauce del arroyo que
llevamos paralelos al inicio de la ruta, impresionaban los colores.
Sólo nos quedó ascender por el
camino, tras tomar a la izquierda otro nuevo cruce del carril, para envolver,
en esta ocasión, la corta de la Peña del Hierro, un enorme agujero excavado con
su fondo cubierto por aguas oscuras y dejando en sus paredes diferentes
estratos de múltiples colores además de algunos pinos que resistían la ley de
la gravedad.
Al final nos metimos en el
sendero "Corta de la Peña del Hierro" que mediante diversos carteles
informativos, y múltiples miradores desde diversos puntos, iban bordando el
tremendo agujero de colores, para observarlo desde muchísimos y diferentes
puntos de vista.
Terminamos en la torre que vimos
al inicio de la ruta, bajando de forma poco ortodoxa, ya que trochábamos
constantemente de un nivel a otro inferior, terminamos sobre el mirador techado
inferior de la corta y por un sendero con barandillas de madera, terminamos
junto a la torre mencionada.
Desde arriba se tenía una
diferente perspectiva de toda esa zona minera abandonada, donde se ubicaba el
edificio de recepción de la corta y todos las antiguas construcciones
abandonadas anexas.
Tras escudriñar y observar ese
entorno, los cúmulos de mineral o escoria acumulados, los recintos para su
almacenamiento y distribución y todo ese conjunto de canalizaciones, regresamos
al coche que teníamos allí aparcado.
Si quieres el track del recorrido, pincha sobre el siguiente enlace:
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-por-la-pena-del-hierro-nerva-35536583
NOTA:
Con este
blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago,
normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo.
Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de
realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en
cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las
explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de
este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni
la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los
tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro
agrado y os sirva la información.
Gracias por vuestra visita.
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