Ruta realizada el 13 Abril 2013.
Fuimos Mª José y yo, Antonio, el
que les relata.
Teníamos ganas de patear, pero no
buscábamos una ruta muy exigente, así que se me encendió la bombilla y le
propuse a Mª José, tirar para las Sierras Subbéticas, dirección a Cabra y ver
todo el valle de la Nava que ella no conocía y que yo visité hace algo más de
15 días, suponiendo que íbamos a ver las chorreras en pleno apogeo y máximo
esplendor.
Tomamos la autovía de Málaga y, a
la altura de Estepa, nos desviamos hacia Herrera, Puente Genil, Lucena y,
bastante antes de llegar a Carcabuey, nos desviamos a nuestra izquierda, hacia
la ermita de Nuestra Señora de la Sierra, no sin antes pararnos en la venta y
tomarnos un buen café con unas tostadas con jamón que no se lo salta un galgo.
Dejamos el coche en el lateral
del camino que baja hasta el cortijo de la Virgen, sin sobrepasar la cancela
que prohíbe el paso a todo vehículo ajeno a los de los propietarios de las
fincas.
Mochilas a la espalda y botas de
montaña en los pies, iniciamos nuestro recorrido circular.
Nada más empezar recortamos el
carril tirando por un sendero que baja directamente hacia el citado cortijo. Una
vez allí, y ya por camino, anduvimos flanqueados en todo momento por una valla
de madera a nuestra derecha donde se apreciaba, a lo lejos, el pico más alto de
la zona, El Lobatejo, con sus 1.379 m. (que ya en su día coroné) y, por nuestra
izquierda había una especie de cuneta completamente llena de agua y con mucha
vegetación flotante.
Pasamos el río Bailón y continuamos
por una llanura enorme, a nuestra izquierda más salvaje y a nuestra derecha
como más doméstica, con sus ovejas y luego sus cabritas.
Dejamos a nuestra derecha y, algo
retirado respecto al camino, el cortijo
Casa del Pilar.
Al fondo del camino se observaba
una especie de puente para superar de nuevo el río Bailón. Íbamos por la Vereda
Marchiniega, pero nos desviamos antes, a nuestra derecha, y tomamos por un
tramo algo más retirado del camino principal que parecía la calle Sierpes en
horario de tiendas. Había muchísimas personas ese día paseando por la zona.
Después enfilamos directamente
hacia el río Bailón porque quería buscar el punto exacto por donde lo cruzamos
en la anterior ruta que hicimos por la zona.
La verdad es que me sorprendí al
ver que el cauce, en algo más de 15 días, había menguado a la mitad. El lugar
por donde lo cruzamos aquel día, procedentes del pueblo de Zuheros, era de otra
forma. La hilera de grandes piedras alineadas para usarlas como paso estaban
bastante más confundidas con el agua del río que como nos la encontramos,
esbeltas y poderosas sobre el lecho acuático del Bailón.
De todas formas, aún conservaba
grandes capas superficiales de agua por todas las llanuras por donde pasábamos.
Nos dirigimos entonces hacia
nuestra primera chorrera, atravesando una vasta extensión de terreno y
siguiendo el curso algo más disminuido del arroyo que alimentaba.
Al llegar a ella, me costó hacer
alguna foto dónde sólo apareciera Mª José y de fondo la chorrera por la
multitud de personas allí ubicadas.
Subimos por las rocas dejando la
caída de agua a nuestra izquierda y nos situamos en su nivel superior.
Seguimos el curso del agua entre
un bosquete muy tupido, de mediano porte y forrado de musgo con unas
tonalidades de verde preciosas.
Al fondo se percibía la segunda
chorrera, para mi gusto algo más espectacular que la primera.
Fotos a mogollón, incluso
algunas, a las oquedades que se forman detrás de la cortina de agua al caer y
que sirvieron de "lugar con encanto" para posar en ellas.
Tras tomarnos algunas frutas en
este bello paraje, proseguimos con nuestra ruta, subimos al nivel superior de
la chorrera y continuamos paralelos al cauce.
Llegamos a una pequeña ruptura
del terreno donde, en algunos blogs, he leído que se trata del nacimiento del
arroyo, (supongo que será en épocas de sequía, ya que el arroyo seguía su curso
más allá).
En este punto nos encontrábamos de nuevo en una zona relativamente
llana, a nuestra derecha y al fondo, con un vallado y, a nuestra izquierda,
hacia donde nos dirigimos, se encontraban las canteras, que fuimos a visitar
para ver la multitud de fósiles que existen en este lugar.
Regresamos por la misma dirección
de ida. Dejando una valla a nuestra izquierda, nos encontramos con una portilla
pero, no teníamos claro si ese era el camino a seguir para continuar con la
circular así que, decidimos dejarlo y seguir andando.
Nos encontramos con unas ruinas,
supongo que se trataba del cortijo de Don Francisco Camacho, y llegamos hasta
la valla que comentamos antes que se observaba al fondo.
La pasamos por una
zona que estaba volcada (parece que por la crecida del arroyo) pues estaba con mucha maleza colgada entre los
alambres pero, al caminar por la zona, nos dimos cuenta que el único camino
factible era el que dejamos atrás y que la portilla nos cerraba.
Volvimos a superar la valla por
un lugar cómodo y pasamos la portilla.
Caminábamos por la Colada de las
Pilas al Vadillo por un sendero que no era difícil seguir. Nos encontramos con
una fuente que vertía un gran caño de agua fresca a una enorme, larga y
rectangular pileta. Según el IGN, Fuente de las Pilas.
Proseguimos nuestra andadura y
observamos que mediante una cancela podíamos ir dirección a un claro carril de
tierra que terminaba en el cortijo del Dornajuelo pero, ante la duda de no
saber si ese era el camino correcto, decidimos seguir por el sendero.
A la
altura del siguiente cortijo, vimos otra cancela por donde podíamos pasar y,
esta vez, así lo hicimos, pues no sabíamos hacia donde nos llevaría el sendero
que seguíamos (una vez visualizado el track sobre el mapa, me he dado cuenta
que si lo podía haber seguido en su totalidad)
Conectamos con el carril llamado
Colada del Camino de Doña Mencía a Carcabuey
y pasamos junto a unas ruinas y, a partir de ellas, en descenso suave y
entre vallados con carteles que nos indicaban que caminásemos por el carril sin
tomar ningún atajo bajo posible reclamación legal si así se hiciese, llegamos a
otra fuente con un diseño, para mi gusto precioso.
Una gran pileta rectangular
que vertía sus aguas de forma escalonada sobre otras tres piletas pero mucho
más pequeñas y circulares. Allí nos paramos un rato fotografiándonos con ella.
Junto a la fuente se hallaban los
cortijos de Navazuelo y otro junto al que tuvimos que pasar al girar 90º para
tomar la dirección hacia donde habíamos dejado nuestro turismo. Ahora
caminábamos por el Camino de la Nava.
Este tramo fue el más feo del
recorrido ya que se trataba de un camino de tierra por el que circulaban
automóviles y 4x4 de los empleados de las
fincas colindantes, perdiendo algo de encanto.
Pasamos algunos otros cortijos,
como el de los Benítez, una Yeguada y, antes de conectar con el camino de
inicio del sendero, nos topamos con nuestra última fuente del recorrido, una
sucesión de piletas, unas a continuación de otra.
Ya de vuelta, y por el tramo de
ida, nos quedó subir algo y llegar a nuestro coche donde, tras el cambio de
calzado y tomarnos las últimas frutas que llevábamos, dimos punto y final a
nuestra ruta circular.
Esta vez nos saltamos el bar de
Montellano, a nuestro pesar, por regresar con algo de prisas.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4441319
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4441319
Preciosa ruta!!!
ResponderEliminarSí que lo es. También gracias al momento en que la cogimos. Ésta es muy válida para ti, ruta llana aunque amplia circular.
EliminarBesos