Ruta realizada al día siguiente
de subir al Mágina, el 19 Abril 2013.
Fuimos los mismos componentes que
la ruta anterior, esto es Mª José y yo, Antonio.
Para realizar la ruta del
Gargantón aconsejada por mi amigo Juan José, (quién me reiteró que no me fuese
de sierra Mágina sin realizarlo, que para él se trataba de uno de los lugares
más bellos de la zona) tuvimos que desplazarnos al pueblo de Bélmez de la
Moraleda y subir por sus calles hasta su zona más alta, donde dejamos nuestro
coche.
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies iniciamos nuestra segunda ruta en tierras jiennenses.
Situados en la calle García
Lorca, junto a una fuente de aguas cristalinas y frías en la que los lugareños
bebían y se refrescaban,
partimos hacia la parte alta de la calle, hacia el
exterior del pueblo y, pronto, nos
encontramos con un gran cartel de la Junta de Andalucía de los que pone la
inversión que se va a conceder en este caso para el abastecimiento de agua.
Por ese carril de tierra tiramos.
Se trataba del “Camino del Gargantón”. Un camino bordeado por ambas parte de
olivos.
Recuerdo que estaban plagados de esparragueras todos los pies de los
árboles y que, al menos, podía haber, de media, unos dos o tres espárragos por
cada mata. De locura!! En media hora te podías hacer de una buena maceta de
espárragos pero, no era la finalidad del día.
El camino era largo, entre 6 y 8
Km. En muchas zonas, sobre todo los últimos kilómetros, el ruido del río
Gargantón que discurría paralelo, pero más bajo que nosotros, se hacía oír en
todos los saltos de agua. Llevaba abundante agua.
Pasamos junto al cortijo de la
Condesa, en estado algo ruinoso, con una fuente enfrente.
Recuerdo que, en un
punto más allá, el camino había sufrido un hundimiento (supongo que por las
fuertes lluvias) que le afectaba a la mitad, sin embargo, los lugareños pasaban
con sus 4x4 como si nada.
Justo cuando el carril describe
una curva de casi 180º y pasa por encima del río mediante un puente, nos
desviamos por un sendero que aunque no muy marcado al principio, si lo estaba
lo justo para llamarnos la atención.
Aquí abandonamos nuestro largo
carril y el cómodo caminar por el sendero y el terreno que más nos gusta pisar.
Al principio se trataba de una
especie de senda de recorte que pasaba junto a unas acequias y entre grandes
árboles
y que nos llevó al claro y bien marcado sendero del Gargantón que
discurría por la ladera o falda izquierda por encima del río y que,
paulatinamente, iba bajando poco a poco hasta llegar al mismo nivel.
Es más,
estoy seguro que el río ha debido de llevar días atrás mucha más agua de la que
traía y que existirían puntos que se habrían anegado y no se podría haber
pasado por ellos.
Cruzamos el río en varias
ocasiones. En las primeras, a través de unos puentes muy rústicos con troncos
de madera con sus extremos hormigonados.
Nos encontrábamos inmersos en esa
enorme V que formaban las dos laderas laterales por las que discurría el río.
Era espectacular, grandioso. Nos sentíamos empequeñecidos e insignificantes
ante tanta majestuosidad!!
Durante un buen tramo caminamos
al nivel del río y llegamos a ver otra acequia completamente llena de agua
corriente y a gran velocidad. Por allí pasaban un montón de metros cúbicos en
poco tiempo.
Cerca de aquí cruzamos de nuevo
el río pero, creo que si hubiésemos seguido, habríamos llegado al Nacimiento
del Gargantón y no que, al cruzarlo, el
sendero fue tomando cada vez más altura y, cuando me di cuenta del waypoints
“Nacimiento”, estábamos bastante altos y no quisimos bajar sin saber cuánto nos
quedaba por recorrer aun.
A medida que avanzábamos y nos
adentrábamos por la ladera que caminábamos, el paisaje era cada vez más salvaje,
abrupto y sobrecogedor. Vimos por un momento los paredones de la Peña a lo
lejos y a lo alto, tan retirados que producía cierta incredulidad el poder
alcanzarlos.
Nos tomamos unas barritas
energéticas en un lugar maravilloso que encontramos por el camino. Se trataban
de unas piedras que hacían de barrera a nuestra trayectoria y que superadas nos
daban otra visión aún más espectacular, si cabe, del resto del itinerario.
Nos sentamos a la sombra de un
gran peñasco y teníamos en la ladera contraria una enorme ladera, toda ella de
un bloque enorme de piedra. Se veían muchísimas columnas pétreas desgastadas
por la erosión, con formas caprichosas y bloques en equilibrio de forma
inverosímil. La verdad es que tenía razón Juan José, con que merecía la pena
hacer esta ruta y era de obligada realización.
En uno de los promontorios
rocosos cercanos, vimos como un águila despegó y pasó al lado nuestra haciendo
un ruido cortante y agudo con sus alas al cortar el aire.
Una auténtica belleza!! El
sendero tomó una curva a 90º a la izquierda y salimos de la dirección que,
desde el principio, llevábamos. Nos encontramos con otro espectáculo de igual
belleza que el anterior y comenzaron a hacer acto de presencia pinos de alta
montaña.
El sendero se volvió algo más montañero y expuesto, con grandes
pendientes laterales, hasta que nos vimos inmerso en el pinar.
Realmente el
sendero lo que hizo fue bordear una elevación ya que, tras caminar entre los
árboles, terminamos saliendo a un paraje idílico. Según el IGN, "Cueva de
los Lobos". Una zona medianamente llana, con formaciones pétreas
espectaculares y que nos llevó a la parte alta y culmen del Gargantón.
Desde este punto se veía todo el
Gargantón longitudinalmente desde donde comenzamos a caminar.
Algunos metros más adelante nos
topamos con una fuente abrevadero y, al lado, una especie de pequeña balsa
artificial hecha con una lona plastificada.
Aquí Mª José, prefirió quedarse
por la zona y esperar a que yo subiese a la Peña. Por supuesto por mi conocido
eslogan “poyaquestamosaquí”.
No me podía perder esas paredes
que, desde el recorrido, se veían como en el infinito y que ahora estaba en su
base…. No tenía otro remedio.
Mientras ella buscó una piedra y
se tomó todo tipo de alimentos yo, con la mochila bastante vacía pues descargué
casi todas las cosas, me puse a subir por la ladera campo a través. No había ni
senderos de cabras!! Igual son más listas que yo!! “Pa qué subir allí, con lo
empinao que estaba”!!
Buscando los mejores pasos y,
haciendo de vez en cuando buenos zigzag para romper la terrible pendiente, iba
tomándome algún que otro respiro e intentando localizar desde las alturas el
puntito rojo de color que era Mª José e,
incluso, vencer en una ocasión, la idea de la retirada del objetivo propuesto
(por eso de dejarla sola y aburrida un buen tiempo). Por fin, tras el esfuerzo,
alcancé el collado después de pisar un pequeño promontorio rocoso en forma de
repisa y mirador.
A mi izquierda estaba toda la
cordal del Miramundos y Mágina que hicimos ayer y a la derecha mi nuevo
objetivo, La Peña.
Descubrí que todo un mar de nubes
estaban retenidas en la otra cara y que iban entrando poco a poco. Por culpa de
la niebla y algunas nubes bajas no se veían ni el Mágina ni el refugio, así que
tomé dirección a mi pico y, entre grandes bloques de piedras, por encima de una
valla caida y de algunas plantas rastreras de alta montaña, fui caminando por
la propia cresta disfrutando, entre las grietas, de esas magníficas vistas.
Localizado en mi punto de vista
el poste geodésico, tuve que salvar una nueva valla aunque fue fácil ya que se
trataba de un tramo muy bajo. Me dirigí hacia él y me autofotografíé en varias
ocasiones. Bonitas vistas sobre el Aznaitín, algo de agua y rápidamente para
abajo.
Exploré algo el terreno desde
arriba y no vi excesivos problemas para bajar salvo la pronunciada pendiente y
el terreno con bastantes piedras sueltas pero, total, era similar al de subida
y mejor que retroceder bajé por otro sitio.
Una vez llegado al punto de
encuentro, reemprendimos juntos la marcha.
Mi intención hubiera sido subir y
volver un corto tramo, por el mismo itinerario, al cerro Gordo, pero Mª José ya
sólo pensaba en bajar. El verbo subir, no lo quería escuchar más. Así que pa
bajo.
Intentamos localizar el sendero
que sabíamos que debía estar cerca y muy marcado y, tras caminar por varios
claramente de cabras, dimos con él.
Mediante muchas revueltas la senda iba perdiendo
altura y estaba bastante marcada y clara pero, cuando nos dimos cuenta
caminábamos por un camino que empezaba a subir muy ligeramente bordeando el
cerro Gordo por su base. Igual nos dejaba cerca de nuestro destino final pero,
ante la duda, decidimos ir a buscar el que nos llevaría con total seguridad, (waypoints
“hacia sendero”) y, tras bordear una alambrada y cruzar un campo de almendros,
conectamos de nuevo con el que nos llevaría al pueblo de Bélmez.
El sendero, próximo ya a fincas,
nos dejó en un camino o carril de tierra, que más tarde se hizo de asfalto muy
deteriorado y con la vegetación muy crecida por sus bordes.
Pasamos junto a varias
edificaciones y el cortijo de M. Sánchez. Más adelante el carril se transforma
en tramos de hormigón y, ya próximos al pueblo, nos encontramos con el depósito
de aguas del municipio.
Algunas centenas de metros más y
llegamos a la calle donde estaba nuestro vehículo. Nos refrescamos en la
fuente, nos quitamos las botas y, también los calcetines para que tomaran algo
de aire nuestro sufridos pies.
Tras descansar un rato y tomarnos
nuestras últimas frutas nos fuimos a nuestro pueblo de adopción momentánea,
Jódar, donde, tras una relajante ducha, nos hincamos nuestro impresionante
menú.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Si quieres descargarte el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
Bueno Antonio, te estás haciendo todo un experto en redactar las rutas. Como siempre muy buenas fotos y descripción completa del itinerario acompañando a las mismas. ¡Vamos, el que se pierda es que no sabe leer!
ResponderEliminar¡Ah! y cuida a María José, que es la única que te aguanta las palizas senderistas que te pegas!!!
Bueno, también me pegas algunas a mí, como la del Cornicabra el Sábado pasado.
Nos vemos. Juan José.
Bueno, yo no sé quién pega la paliza a quién.
EliminarUn abrazo.
Estimado Señor Antonio López:
ResponderEliminarMi nombre es Juan Ignacio Amador Tobaja, coordinador de rutas de la asociación senderista Pasos Largos y al iigual que usted tengo un blog de senderismo llamado: "COMANDO PRESTON".
Después de haber leido su crónica y sus magníficas fotos debo felicitarle y al mismo tiempo le agradecería mucho si pudiera enviarme el track de la ruta a mi correo de: comandopreston@gmail.com
Porque tenemos previsto realizar una ascensión a Sierra Mágina para el sábado 29 de marzo, peroal mismo tiempo intentando buscar un novedoso y espectacular trazado circular, que bien opodría ser el suyo desde Bélmez de la Moraleda alargando hasta el Refugio Miramundos, Pico Mágina y Pico Jaén o bien con inicio y final desde el cortijo del Bernardino o del gargantón, subiendo y bajando por El Gargantón si usted lo ve factible.
Muchísimas gracias de antemano y enhorabuena por su blog.
PD: Ni que decir tiene que si usted pudiera/quisiera acompañarnos el próximo 29 de marzo-2014 estaríamos encantado de que nos acompañara.
Juan Ignacio Amador Tobaja
Hola Juan Ignacio, le agradezco el tratamiento de usted, pero entre "compañeros que nos gusta la montaña", prefiero tutearle y que me tuteen, si a usted le parece.
ResponderEliminarAnte todo, gracias por la invitación, el mero hecho de volver de nuevo a Mágina y supongo que la experiencia gratificadora de conocernos, bien valdría la pena, tu blog es uno de los que tengo en favoritos en mi navegador desde hace bastante tiempo, pero para esas fechas lo tendría bastante difícil.
Respecto al los track que he realizado por esa zona, claro que te los mando y los envío al correo, sin el menor inconveniente, al contrario, si os sirven, perfecto, para ello los publico.
Te indico, que al final de cada entreda en el blog, coloco el enlace al track de la entrada en cuestión, a wikiloc para que lo descargue quien quiera. De todas formas como te comento anteriormente te lo mando a tu correo.
Un saludo
Que buena ruta!!!! Lástima que ya tenemos todo el plan cerrado para esta ocasión, pero si hubiera otra por la zona, espero que nos e me olvide. Bueno seguro que te lo comentaría y tu me lo recordarías también.
ResponderEliminarMe encantó ese Gargantón.
Un saludo