Ruta realizada el 12 de
Septiembre de 2013.
Ruta en solitario a Sierra
Nevada.
Continuo con mi proyecto
“cabezón” de pisar todos o la gran mayoría de los tres miles de esta sierra.
En esta ocasión me dirijo desde
Sevilla, a una hora muy temprana, a Prado Llano, Sierra Nevada.
Concretamente a
los aparcamientos de la Hoya de la Mora.
Con la mochila a la espalda y las
botas de montaña en los pies inicio mi ruta partiendo a las 9h de la mañana.
Tomé el sendero que iba
directamente hacia el Veleta e iba cortando, a la carretera que sube hacia
allí, en las diferentes curvas que hace para suavizar la pendiente.
Pasé junto al refugio militar
“Capitán Cobo” y, enseguida me encontré con el arco de piedra que sostiene a la
Virgen de las Nieves.
Comencé a tomar altura y, al
mirar hacia atrás, ya se observaba cierta altitud sobre el aparcamiento y los
pocos vehículos que allí se encontraban. Lateralmente se veían las
instalaciones de Borreguiles con esa balsa artificial completamente llena de
agua.
También se divisaba perfectamente
la Estación Radioastronómica en lo alto del cerro donde se ubica.
Aunque se trataba de una subida
constante y de un buen desnivel, prácticamente la realicé de un tirón, salvo
por el tiempo invertido en lanzar algunas fotos.
Ya en la base del Veleta, que en
esta ocasión no pretendía subirlo, me asomé hacia el corral del Veleta con intención de identificar
los veredones, tanto superior como inferior, pero la verdad es que no los vi
nada claro. Las vistas desde aquí son extraordinarias, amplias y magníficas.
Sí me sirvió para identificar
perfectamente picos en los que, hasta ahora, no me había fijado. Entre otros, el
Puntal del Canuto del Veleta, el Zacatín, Campanario y terminar con el Salón. Todos
ellos tres miles que me gustaría pisar.
Tras esta pausa de observación e
investigación proseguí con mi caminata ya por la carretera, al principio en
ascenso suave y luego llaneando, desviándome a mi derecha por un marcado carril
de tierra hasta alcanzar el collado de la Carihuela.
Antes de llegar a este punto, ya
tuve fantásticas vistas de una cordal que pronto me gustaría realizar, la que
contiene a los Tajos de la Virgen, Fraile de Capileira, Tajos de los Neveros,
Elorrieta y que termina en el Caballo.
En el mismo collado tuve la
suerte de coincidir con dos trabajadores de la Junta, muy amables que, además
de darme crema de protección solar, que se me olvidó llevármela, estuvieron un
buen rato explicándome accesos a diferentes picos.
Y LO MÄS IMPORTANTE ¡! Rafael,
guía y guarda de esta sierra me comentó que era necesario pedir PERMISO para
realizar los itinerarios que me proponía realizar, solicitándolos en las
oficinas del Parque Nacional de Sierra Nevada, principalmente si los
itinerarios no son los más usuales como podrían ser los del Veleta y Mulhacén.
También compartí un buen tiempo
con su otro compañero (creo recordar que me dijo que se llamaba Mario), otra
encantadora persona que estaba encargado del tema floral de la sierra.
Con ellos compartí, durante un
buen trayecto, ricas conversaciones y, desde aquí, les agradezco su amabilidad
y compañerismo. Pasamos juntos por el paso de los Guías y me indicaron el mejor
sitio, que yo no conocía, para subir al Cerro de los Machos y también para
intentar atacar a los demás picos cercanos al Veleta, de los que también me
dieron buena información.
Cuando me desvié para subir a mi
primer tres mil de la jornada me despedí de ellos y, de nuevo solo en la sierra,
ataqué una subida corta, aunque en varios tramos intensa, hasta alcanzar el
collado que dividía el Cerro de los Machos del pico Salón.
Ya solo restaba alcanzar el
esbelto hito de piedras, en un suave ascenso, del que procedían dos montañeros
con los que me crucé. Ellos luego, se dirigieron al Salón, aunque creo que no
llegaron y, a continuación, bajaron hacia el corral del Veleta, perdiéndolos de
vista.
Me autorretraté en mi primer pico
conseguido, el Cerro de los Machos de 3.327m de altitud. Un balcón
impresionante e inigualable.
Las vistas del pico Salón,
Campanario y demás, eran de primer orden con todo lujo de detalles. El valle
del río Guarnón, de impresión!!! Y, si caminabas algo más por la cordal hasta
llegar al extremo donde se dejaba caer claramente, se veían los impresionantes
tajos del Corral del Veleta.
Desviando ligeramente la vista
hacia la derecha, el corral de Valdeinfiernos impactante y, por supuesto, todos
esos grandes picos de la zona.
Lástima que, en ese momento, no
caí en que el pico Veta Grande era el extremo de la cordal procedente del Cerro
de los Machos y no indagué su posible bajada o lo factible de su acercamiento
porque no lo tenía como objetivo para este día.
A continuación me enfilé hacia el
Salón que, casi sin esfuerzo, conseguí.
Mi segundo tres mil, el pico
Salón de 3.323m de altitud.
Mi pretensión era la de coronar
el Campanario a continuación. Estaba relativamente cerca y se podía llegar
fácilmente a él pero se intuía el uso de las manos y trepadas para coronarlo y,
en su parte alta, desde mi punto de observación, aparecían rocas con bastante
pendiente e inclinación, lo que me hizo recapacitar y dejarlo para otra ocasión
en que, al menos, fuese acompañado, ya que mi principal objetivo del día era la
de los Crestones.
Bajé del pico Salón hasta
conectar con el sendero de subida a los Machos y descendí por el mismo sendero
hasta llegar al camino principal. Una vez en él, anduve hasta llegar a la
altura del 1er Diente de los Crestones.
Llevaba hasta fotografías de
los mismos para no tener errores ni confusión. Se trataba de crestas que se
alzaban sobre el camino que llevaba.
La principal dificultad que
ofrecían era la de no poseer sendero alguno para coronarlos y, pendientes
acusadas y firme de tierra y piedras muy sueltas. En cuanto a la altitud
parcial de partida no era demasiada.
El primero fue el más duro y
exigente por el firme y la pendiente. Desde arriba era observado por una cabra
montesa que parecía no entender muy bien, lo que yo estaba haciendo.
Una vez arriba, en lo más alto,
las fotos de rigor. 1er Diente de los Crestones conseguido, 3.156m
de altitud. Tercer tres mil conseguido. Las paredes de los Machos desde aquí
imponían en cuanto a la verticalidad y lo abrupto.
Como pude, fui bajando intentando
hacerlo por el mismo sitio que subí hasta conseguir llegar de nuevo al carril.
Caminé un corto trayecto, pasé el
collado del Lobo e inicié la subida al siguiente Diente de los Crestones, el
más bajito. Pronto lo coroné. 2º Diente de los Crestones pisado, 3.136m de
altitud. Cuarto tres mil al bote.
Del 2º al 3º pasé directamente
por la cordal que los une. 3er Diente de los Crestones de 3.152m de
altitud conseguido. Quinto tres mil.
Para buscar el 4º, tuve que bajar
de nuevo y, desde el carril, ir a por él.
4º Diente de los Crestones con
3.147m de altitud en el bolsillo. Desde todos los Crestones las vistas sobre el
Corral del Valdeinfiernos era espectacular pero desde este 4º, y hacia el
sentido contrario, marcaba la divisoria física entre los Hoyos del Veleta y la
cuenca del río Seco con sus bonitas lagunas al pie de otros dos objetivos que
dejaré para más adelante, Los Raspones de río Seco Norte y Sur, dos moles
pétreas de no fácil acceso, al menos desde donde yo observaba.
Por esos momentos se estaban
formando nubes de evolución de tonalidades bastante grises aunque, al final de
la jornada, tuve la suerte de que en ningún momento llovió. Sí se formaban
nieblas, que pasaban de un lado a otro, y cada vez más espesas, tanto que, al
culminar el 7º Diente de los Crestones decidí volver, porque si no, al menos el
cerro Boto y Loma Pelada también hubieran caído. Pero en estas latitudes, manda
la climatología!! Seguridad ante todo. La
montaña siempre va a estar ahí!!!
Bajé de este 4º Diente siguiendo su cordal hasta llegar al carril que, en este punto, realiza un cambio de
dirección en bajada, una vez superada el hueco en el camino denominado "Puerta".
Un corto trayecto por el carril y
ya me vi subiendo hacia el 5º que queda bastante oculto entre el anterior y el
siguiente. 5º Diente de los Crestones de 3.108m de altitud, coronado.
Por fin, me tocó ir a por el 6º
Diente de los Crestones, el que, según tengo entendido, tiene la titularidad
como Cretones de Río Seco. Fue el único que sí tenía un tenue senderillo de
subida, con hitos en su inicio, aunque te hacía recorrer la cordal completa
hasta llegar a su parte superior pasando por varias zonas de riscos y grandes
bloques de piedras incomodas de superar, cuando era posible conquistarlo, casi
desde su base inmediata, mucho más cómodamente. Pero nada, reto conseguido,
pico de 3.121m de altitud anotado.
Sólo quedaba el último para hacer
la serie completa, ya entre niebla espesa pero que se movía muchísimo de una
divisoria a otra, y prácticamente me lo pasé porque no lo veía en condiciones.
Además su ladera, al principio de grandes bloques pétreos difíciles de trepar y
luego con bastante pendiente de tierra y piedras sueltas, me hizo seguir algo
más hasta localizar una entrada más cómoda. Encontrada esta entrada, el 7º
Diente de los Crestones pasó a mi lista con sus 3.118m de altitud. Desde este
promontorio no vi nada salvo ese color gris uniforme de la niebla.
Intenté bajar directamente pero
la pendiente y las grandes losas me hicieron buscar una mejor opción. Una vez
en el carril, decidí volver al collado de la Carihuela en lugar de seguir hacia
otros picos así que, en esta ocasión, no abandoné en ningún momento el carril
hasta el encuentro.
Tuve que salirme del carril próximo
al refugio de la Carihuela y coger un pequeño rodeo porque el nevero lo
taponaba por completo e impedía el paso. Subí hacia el refugio y, tras su
visita, coroné mi último tres mil del día, el Puntal de Loma Púa con sus 3.226m
de altitud con otras nuevas y formidables vistas, aunque intermitentes por
culpa de la niebla reinante.
Descendido el pico, y sobre el
collado para no regresar sobre mis pasos, decidí bajar hacia la laguna de las
Yeguas por un marcado sendero que se dirigía hacia esa zona de una forma clara
y rotunda.
Me paré un buen rato entre las
lagunillas de la Virgen, un lugar precioso, con aguas cristalinas, que parecían un espejo
donde se reflejaban las montañas que la rodeaban, aun conservando sendos
neveros. Por supuesto fotos a toda pastilla.
Bajé hacia las Yeguas. Impresionantes
esos reflejos sobre el agua!!! Supongo que sería la luz del momento.
Al salir de la laguna, me di
cuenta de que el track sobre el que me apoyaba tiraba hacia arriba buscando la
pista o carretera de subida al Veleta y no me atreví a seguir hacia adelante en
claro descenso. Tenía clarísimo que sería lo más lógico pero tenía mis
inquietudes en cuanto a encontrarme cercados, de los que limitan las pistas de
esquí, que me impidieran un paso cómodo.
Así que, después de toda la
paliza que me había metido, no me quedó otra que subir un desnivel de unos 100m
para conectar con la pista pero, al llegar al contacto con la cañada Real de
Padul al Veleta, observé a lo lejos un carril que se unía a la pista sin ningún
obstáculo apreciable a la vista así que, sin perder demasiada cota, atravesé
varias pistas de esquí transversalmente. Incluso las vallas de separación
disponían de huecos abiertos para permitir el paso.
La incertidumbre se terminó al
contactar con el asfalto que ya, menos mal, era “to” cuesta abajo y
prácticamente por el mismo camino de ida de por la mañana.
Una vez en el coche, tras cambio
de calzado y camisetas, me senté en la parte trasera y me tomé el resto de
frutas además del bocata que no llegué a probar. Mucho líquido y vuelta a casa.
Unas horas hasta Sevilla.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
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