La
realizamos el 21 Octubre.
Fuimos
Maria josé y yo.
Ruta
muy larga, dura, exigente y ante todo impresionante.
Una
verdadera paliza y con fuertes pendientes.
Nos
levantamos a las 6,00h de la mañana y a las 6,30h estábamos en el coche
dirección a Málaga por la autovía.
Desayunamos
pasado Antequera, a la altura de sierra de las cabras, nos desviamos por una
autonómica con sentido a velez-málaga y de ésta por una comarcal hacia Canillas
de Aceituno y a continuación sedella.
Entramos
en el pueblo y aparcamos en la primera calle que entramos, nos colocamos las
botas y a las 10,15h con las mochilas en las espaldas comenzamos la ruta.
Delante
y A nuestra izquierda sube una calle empinada con escalones también en pendiente,
subimos por ella
y nos deja en un camino que en suave ascenso pasa por fincas y
nos dirige al molino, dónde existe un cartel explicativo.
Tras
curiosear la edificación y observar el canal desviado de agua, que mediante una
acequia lleva el agua para regar los diferentes terrenos de cultivo, bordeamos
el molino dejándolo a nuestra derecha.
Nos
lleva a un carril dónde mediante un cartel informativo nos indica la dirección
de la Maroma, a nuestra derecha, tenemos que bordear una balsa que se encuentra
justamente arriba del molino, dejándola a nuestra derecha.
Continuamos
subiendo
y en seguida nos encontramos con dos edificaciones más, a nuestra
izquierda una especie de granja de techo rojo y bastante alargada y a nuestra
derecha el depósito de aguas potable del pueblo.
Si
miramos al frente observamos una cadena que corta el tráfico a los vehículos,
nosotros tomamos a nuestra derecha antes de la cadena.
Si
nos paramos en esta posición, tendríamos a nuestra derecha el depósito de agua
con la cubierta llena de chinos y a nuestra izquierda un talud de terreno por
el que buscaremos el mejor paso para subirnos en él.
Cuando
lo LOGRAMOS, se nos caYeRON dos lagrimones al ver el cortafuego que se nos
abre y por el que debemos subir, pendientes bárbaras, terreno mojado, algo de
fango, llovió el día anterior.
Nada
¡! A subir con tranquilidad y buen paso, el corazón a 300, to parriba…
Existe
la posibilidad de subir por el carril con bastante menos pendiente pero con un
recorrido mucho más largo, la elección es tuya, nosotros a lo bruto, cortando
terreno y agotando las pilas antes de tiempo.
Creo
recordar que en una ocasión atravesamos el carril en una de sus revueltas en
nuestra ascensión por el cortafuego.
Al
final del mismo nos deja de nuevo en el carril, el cual seguiremos hasta
alcanzar una especie de rellano, dónde hay dos carteles indicativos de la ruta.
este
punto es el lugar de unión del trazado circular que vamos a realizar, seguimos
la dirección que nos indica el segundo cartel y más retirado, los dos están muy
próximos.
Comenzamos
por fin a patear por senderos, eso sí, desbrozados, muy claros, marcados y
mantenidos.
Lo
de siempre, ¡ vamos párriba ¡
Unas
veces con pendientes pronunciadas y otras aun mas, je, je..
Así
durante un buen rato por el sendero zigzagueante hasta alcanzar un collado
idílico, dónde sólo un promontorio rocoso nos dividía la espectacular vista del
mar mediterráneo en dos partes, una con vistas a la costa malagueña dirección
canillas de aceituno y la otra dirección a sedella, en dos palabras
impre-sionante ¡!
Maria
josé dijo: “yo voy a picar algo” y yo dije: “pues yo voy a subir a ese peñón
rocoso”.
Dicho
y hecho, en un momento estaba arriba, mirador espectacular, al momento llegó
otro senderista que igual que yo pensaría, pues su mujer se quedó abajo y él
subió.
Me
comento que dicho peñón o cerro, se llama fuerte de sedella, insisto un
precioso balcón o mirador de una amplia costa malagueña.
Una
vez abajo, (tiene guasa, es la primera vez que menciono esta palabra) nos queda
seguir subiendo, aunque para ser sincero en este punto se descendía levemente
y
luego se llaneaba ligeramente para posteriormente otra vez, to parriba..
Se
divisa el collado al que tenemos que llegar y que no se llega nunca.
por
el camino me subí a varios pretiles rocosos que asoman al vacío, alucinantes
¡!.
Por
fin llegamos al collado,
unión con el sendero que viene desde El Robledal, cogemos a nuestra izquierda y pasamos por unas zonas rocosas de cortados vertiginosos.
Para
proseguir con la subida por la falda de la loma cimera con una pendiente menor,
poco a poco vamos avanzando hasta prácticamente llegar a una especie de
tremenda planicie de roca dónde se encuentra el gran poste geodésico que tiene
la Maroma.
Es
una especie de pirámide truncada de base cuadrada y en su parte superior está
situado el poste geodésico, tiene varios metros de altura y una escalera hechas
con hierros de gavilla en forma de U formando los escalones cogidos a una de
sus caras, aunque varios se mueven al apoyarse sobre ellos.
Da
algo de YUYU ¡! Subirse ahí.
Buscamos
un lugar cómodo,
comimos, descansamos y a la media hora continuamos la marcha,
ahora con dirección hacia canillas de aceituno.
El
día se volvió frío repentinamente, empezaron a entrar nubes cada vez más y más
deprisa, surgió un viento frío y fuerte repentino, fue un cambio drástico.
Al
principio íbamos bajando sin una excesiva pendiente por senderos bien marcados,
en la cumbre hay que estar atento al principio, a los hitos de piedra, con
vistas al embalse.
En
un punto del recorrido el sendero realiza un giro brusco casi de 180º y
empieza a bajar con algo más de pendiente.
La
bajada se hace interminable, da la impresión que no avanzas ya que miras el gps
y ves que te queda muchísimo por andar todavía.
Llega
un momento en que atravesamos una zona quemada,
debió de ocurrir un incendio no
hace mucho, bastantes pinos quemados e incluso las rocas ennegrecidas y
ausencia de matojos, en dónde hay que tener cuidado, pues aquí se abandona el
sendero que traemos con dirección a canillas de aceituno y tenemos que tomar el
que nos cerrará nuestro trayecto circular.
Una mirada atrás y vemos que toda la cumbre se cubre de una niebla espesa que cada vez va bajando más deprisa.
Seguimos
bajando con cierta pendiente y eso que a lo lejos se adivina el trazado por el
que tenemos que seguir y por desgracia es en sentido ascendente y nosotros,
venga a bajar y bajar. Está claro que en este recorrido vamos a sufrir.
Cruzamos
varios barrancos, hasta que en uno de ellos comenzamos la temida subida, cuando
llevamos las fuerzas justitas, por decir que llevamos algo.
Una
vez alcanzado el ansiado collado, vemos desde lo alto el llanete dónde
contactaremos con nuestro trazado de subida.
Bajamos con un cercado a nuestra
izquierda por un sendero con bastante pendiente hasta por fin conectar con el
cartel.
Lo
que nos resta es invertir el recorrido de subida que lo hacemos por el mismo
lugar, lo que provoca una carga a las piernas y en especial a las rodillas
abrumadora, pero por tal de llegar al pueblo
tomamos de nuevo por el cortafuego
con su pendiente de miedo, con la única idea en la mente de tomarnos unas
cervezas en el bar de al lado del coche.
Llegamos
por fin a nuestro vehículo sobre las 19,30h
Tras
las cervecitas, aun nos quedaba la carretera de vuelta, ya a oscura y lloviendo
todo el trayecto, pero lo que se suele decir sarna con gusto, no pica.
el track de la ruta lo tienes aquí:
He hecho click en cerro el Fuerte y ha salido este enlace. Creo que hay un error
ResponderEliminarHola Rafael, es cierto, esta entrada de la subida de la Maroma desde Sedella, se ha subido al blog de forma extraña, letra que no suelo utilizar, colocación de fotos raras y es verdad que al picar sobre la foto del cerro el Fuerte, no se abre, el resto sí. Es eso a lo que te refieres??
ResponderEliminarUn saludo