Día 13 Octubre 2012
Partimos hacia Villaluenga del
Rosario, Juan José y yo, dejamos el coche en el aparcamiento que se encuentra
en frente del Museo del Queso y encima de la quesería de los riquísimos Quesos
Payoyos.
Mochilas a la espalda a las
10,30h, atravesamos la carretera y subimos una empinadísima cuesta, dejando un
pequeño parque infantil a nuestra izquierda, dónde conectamos con otra calle la
cuál tomamos a nuestra derecha, es una calle formada por una losa de hormigón
dónde las baldosas son piedras incrustadas en ella y se dirige hacia el área
recreativa "las Covezuelas", paralela y por encima de la carretera.
Caminamos sobre ella un corto
trayecto y hay que estar pendiente a nuestra izquierda de una especie de
escalera hecha directamente sobre el terreno y cubierta con un hormigón
proyectado, la cual tomamos y nos hace pasar por la primera angarilla,
continuamos por este sendero que empieza a ir tomando altura a lo largo de la
falda de la ladera y se va separando paulatinamente de la calle que traíamos.
Si siguiéramos este sendero hasta
la cancela que se encuentra en lo alto del collado, nos llevaría al valle de
los Navazos, pero nosotros buscaremos a nuestra izquierda otro senderillo por
el cual tiraremos, es difícil de localizar, de hecho, nos lo pasamos, pero
gracias al gps fuimos a su encuentro y lo localizamos, pues llevábamos el track
que nos envió muy amablemente “mlimón”, seudónimo en wikiloc.
A partir de cierta altura divisas
el pico al que vas a subir
y comienzas a ir por un terreno el cual no abandonarás hasta que prácticamente no llegues a la carretera de la Manga de Villaluenga, me refiero a las piedras, iremos de piedra en piedra pasando por diferentes grados de lapiaces.
Este sendero no es apto para cualquier persona, hay que estar bien acostumbrado al caminar en estas condiciones, si es que se le puede llamar caminar, ya que el uso de las manos y brazos es obligatorio, subiendo entre rocas llegamos a nuestro primer pico y objetivo del día, una vez allí se divisa perfectamente el siguiente, pues tiene un enorme hito como punto geodésico, han acumulado en él tantas piedras que desde nuestra posición parece que hay una pequeña casita de piedra en su cumbre.
Para llegar, lo primero que
tenemos es que bajar para después comenzar una nueva y fuerte subida, por esta
zona el track te orienta pero se sigue la trayectoria que veas más factible,
una vez conseguido este segundo pico el siguiente es otro similar, en cuanto a
su hito, aunque algo más reducido. Entre ellos existe una pequeña cordal lo que
facilita su acceso y fácilmente llegamos hasta él.
Como este recorrido es un rompe piernas, seguiremos con esta tónica.
A todo esto, desde que salimos del pueblo vimos muchas personas y cuerpos de rescate, Guardia Civil, Bomberos, protección Civil, Rescate de montaña, etc...y un helicóptero volando continuamente sobre nuestras cabezas, lo que nos tenía muy extrañados.
Más tarde, cuando llegamos a nuestro pico principal, el más alto de la zona y hablando con todas las personas que allí estaban, es cuando nos enteramos que se trataba de un rescate de un espeleólogo que por desgracia murió en una cavidad cercana a la zona en la que estuvimos caminando.
Desde este mirador se ve perfectamente el
Navazo Alto, por el que pasaremos y algo más a su izquierda vemos otra gran elevación
a la que nos dirigiremos.
Bajamos por la cordal hasta que
nos deja en el llano que observábamos desde arriba del pico, una vez allí,
vamos dirección a una enorme encina, para iniciar la subida al citado pico, a
medida que ascendemos, vemos diferentes puntos dónde una paradita sobre las
rocas del borde son auténticas y perfecta atalayas desde las cuales se puede
otear unas vistas excelentes, que nos invitan a tomarnos con calma esta subida.
Una vez arriba de nuestro cuarto
pico del recorrido, nos toca picar algo y beber alguna bebida isotónica a la
vez de mirar el perfil de las sierras que desde allí divisamos y de ir
identificándolas.
Tras este pequeño descanso,
nuestra siguiente cima es el Navazo Alto, al que iremos, descendemos por un
marcado sendero que nos lleva al collado que separa ambos picos y la subida
también por un marcadísimo sendero nos deja en su poste geodésico de colores de
la bandera republicana,
parece que hay una guerra de colores con este poste
geodésico ya que he subido varias veces y siempre tiene unos colores diferentes
o al menos matices o tonos, aquí comimos tras esperar que un nutrido grupo de
senderistas que allí se encontraban se marcharan y nos dejaran para nosotros
solos, el privilegio de sentarnos junto al poste geodésico, descansar y mirar
las maravillosas vistas que desde allí se observan y con el suficiente silencio
que sólo los pájaros y el viento interrumpían.
A partir de aquí, seguiremos la
crestería dirección al área de acampada libre “Cintillo y Aguas Nuevas”.
Si comenté que el itinerario
hasta llegar hasta aquí no es apto para cualquiera, a partir de aquí es aún más
selectivo, pues vamos a ir por la cresta de roca en roca, pegado a grandes
cortados y pasando por multitud de cuchillares y lapiaces con grandes bloques y
fisuras, dónde un pequeño resbalón puede crear situaciones, al menos,
complicadas.
Este tramo que vamos a iniciar cansa más por la tensión que llevas en cada paso que tienes que dar, que en el propio esfuerzo del mismo.
Hasta llegar a la carretera la tensión y esfuerzo es continua, las vistas en mucho de los rincones, increíbles.
Se ven tanto Benaocaz como
Ubrique, a vista de pájaro desde numerosos puntos.
La crestería se realiza de forma descendente, salvo una subida que hay que realizar en un punto intermedio.
La bajada hacia la carretera la
realizamos casi llegando al final de la crestería,
cuando se observa al fondo
mirando hacia la carretera, un vallado donde pastan las ovejas merinas y cabras
payoyas, de las que tan buenos quesos se
hacen en la zona, tanto en Villaluenga como en El Bosque, creo que se podría
apurar algo más la crestería y bajar dirección a la zona de acampada "Cintillo y Aguas Nuevas", por lo
que observamos desde el coche cuando regresamos, pero preferimos seguir el
track que llevábamos por si acaso.
Una vez cerca del vallado, lo dejamos a
nuestra izquierda hasta llegar a una angarilla que nos deja al lado de la
carretera, una vez allí nos dirigimos al pueblo de Villaluenga por un pequeño
senderillo que bordea la alambrada entre la carretera y el vallado anterior,
éste se acaba y hay que ir por un pequeño tramo por el borde de la propia
carretera hasta cruzarla y tirar por la Calzada Medieval de la Manga,
para ello
debemos abrir una gran angarilla, dejarla posteriormente cerrada y seguir la
calzada, es una zona de ganado vacuno, que poco a poco se va acercando de nuevo
a la carretera subiendo suavemente.
Al final hay que andar otra vez
por la carretera un pequeño tramo hasta entrar en el pueblo y llegar al
aparcamiento.
El track de la ruta lo tienes aquí:
Bueno, bueno, pedazo de ruta que nos marcamos el Antonio y yo, el Sábado pasado. De pensar que iba a ser un paseíto, a encontrarnos con un pedazo de crestería disfrutona, exigente y casi agobiante en algunos puntos, sobre todo al no estar seguros de si la salida por el otro extremo era factible o nos guardaba alguna sorpresita.
ResponderEliminarEnhora buena Antonio por el súper blog que acabas de iniciar y que promete ser fiel competidor con el inigualable, extraordinario e incomparable blog de senderismo FALSOS LLANOS.
Juan José.
Te he contestado en otro apartado.
EliminarDespiste por mi parte.
Espero que sea un buen blog, pero Falsos Llanos será el nuestro de referencia siempre.
ResponderEliminarPara ello lo llevamos en nuestras camisetas y con ellas subimos.
Un abrazo.
Antonio.
Un saludo: acabo de conocer tu blog, navegando por ahí, y me parece interesante.
ResponderEliminarEs verdad que al cilindro del vértice Geodésico del Caillo, le están dando muchas manos de pintura últimamente. Doy fé, de que el primero que lo pintó, allá por 2005, lo hizo a tres colores, y en dos veces.
Hace mucho tiempo que no hago la cresta, y me habéis animado a hacerla.
Nos vemos.
Hola Fran de Cádiz, me alegro que te guste mi blog.
EliminarMi hijo en una ocasión hasta trajo la mochila pintada al apoyarse sobre el poste, estaba recién pintado, menos mal que no se quitó la mochila, que es de las malas y baratas, que si no, es el cortaviento el que decora.
Un saludo.