miércoles, 1 de abril de 2015

Circular por la Cordal de Loma del Cañar. Sierra Nevada

Ruta realizada el día 20 de Julio de 2.014.

Fuimos Mª José y yo, Antonio.

De nuevo en Sierra Nevada, ahora con el proyecto de realizar la cordal paralela a la anterior ruta: Tajos de los Machos – Loma del Cañar.

Nos estamos acostumbrando a lo bueno y, de nuevo, utilizamos el microbús para subir cómodamente a las Posiciones del Veleta.

Pero iniciemos bien el relato. La noche del viernes nos hospedamos en Cenes de la Vega, en el Hotel Don Gonzalo. Muy buen precio, limpio y cómodo, además de un personal amabilísimo.

Llegamos procedentes de Sevilla, por la autovía hacia Granada y por su circunvalación, siempre con sentido a Sierra Nevada y, una vez pasado el túnel, nos dirigimos hacia Cenes.

Por la mañana bien temprano, tras desayunar, cogimos la carretera que subía a Pradollano, la pasamos y continuamos a Hoya de la Mora, donde dejamos el coche, junto al Albergue Universitario, para montarnos en el microbús.

Una vez en las Posiciones, realizamos el mismo itinerario que la ruta publicada anteriormente con la diferencia de que, en ningún momento, fuimos por la mismísima cordal divisoria. Igual que en la otra ocasión, nos volvimos a asomar al collado de la Carihuela para ver cómo seguía el inmenso nevero. Había menguado bastante respecto a la última vez que estuve aquí, hace dos semanas.





En la primera parte nos limitamos a seguir un marcado sendero, dejando al lado el Loma Púa.

Se tornó algo descendente, pasando por la ladera Sur de los Tajos de la Virgen Oriental, y continuó perdiendo algo más de cota hasta doblar algo la estribación Sur de los Tajos de la Virgen Central. Luego, comenzó a ascender hasta alcanzar el collado de 3.179m de altitud, existente entre los Tajos de la Virgen y el Central.


La verdad es que, por caminar más cómodamente por una senda marcada y no ir por la misma cresta de roca en roca, pierdes una curiosa cota para recuperarla luego. Es cuestión de gustos.

A Mª José, evidentemente, le interesaba esta opción.

Los Tajos de la Virgen, también los pasamos de largo. Los dejamos a nuestra derecha pero, inmediatamente pasado éste, nos incorporamos a la cordal y, prácticamente, pisamos los Tajos de la Virgen SW, que es el que venía a continuación.


Ya por plena cordal divisoria, alcanzamos el Fraile de Capileira pero, esta vez, llevaba un As en la manga. ¡! No podía dejar de nuevo la posibilidad de pisar el cerro del Nevero ¡!




En la anterior ruta, íbamos con cierta prisa por la magnitud de la empresa pero, para esta ocasión, le dije a Mª José que siguiera para adelante y me esperase en el refugio Elorrieta, ya que pretendía intentar culminar mi proyecto personal.

A la altura del Fraile, me propuse bajar hasta el pequeño tresmil. No fue una opción fácil en ningún momento. Sin ningún tipo de sendero o con algunos de cabras, por terreno muy, muy suelto y con bastante inclinación, fui progresando, acercándome en todos los momentos posibles a los riscos y paredes, para poder agarrarme y bajar con más seguridad. Tuve dos momentos donde dudé si tirar para arriba y dejarlo pero, por otro lado, pensaba que era mi única oportunidad clara para conseguir ese reto.

Tiré para abajo sin pensar mucho como sería la subida. Cada vez lo tenía más cerca y, la posibilidad de coronarlo, superaba con creces a las dificultades que me surgirían para afrontar la subida y salida de esa inclinada ladera.



Poco a poco logré bajar y por fin, ya por zona más horizontal, pisé y coroné mi ansiado tresmil, el Cerro del Nevero, con sus 3.074m de altitud. Conseguido!! Otro para el bote ¡! El primero de esta ruta.



Mientras bajaba, estuve tanteando otras posibilidades que me permitiesen una subida más cómoda y, a la hora de regresar para subir a la cordal, preferí regresar por otro lado diferente, ya que intuí que debía ser más asequible aunque, por supuesto, sin sendero y por terreno suelto pero con buenos agarres y, a partir de cierto tramo, rocas grandes donde apoyarte.

Cuando llegué arriba, suponía que Mª José ya habría llegado al refugio Elorrieta, así que me aligeré en llegar pero recordé que me faltaba una cota por subir que no realicé en la ruta anterior.

Se trataba de una cota de 3.161m de altitud, previo al Tajo del Nevero Oriental, que nos saltamos, o nos despistamos y la pasamos de largo en el itinerario anterior.

Por fin y, tras pasar por la cresta donde se encontraba el pico Elorrieta, llegué al refugio homónimo y me reencontré con Mª José, que ya estaba algo inquieta por mi tardanza.

Allí nos sentamos, con vistas hacia el río Poqueira y la amplia Loma de Cascajar Negro como telón de fondo, mientras nos tomamos unas frutas.


Tras el merecido descanso, reanudamos la marcha y enfilamos directamente por la cordal del Tajo de los Machos, paralela a la que realicé anteriormente.


Aquí pretendía engrosar mi listado de tresmiles con, al menos, cinco más aparte del conseguido anteriormente.

Bajamos algo más de 100m de desnivel por la misma cordal. Aunque se trataba de terreno pedregoso, se caminaba de forma cómoda y enseguida nos encontramos con la primera elevación. Daba la impresión de tratarse de un cúmulo redondeado de piedras, al que me dirigí con paso ligero y ansioso por coronarlo. Pico de Cuerda Alta, con sus 3.078m de altitud. Segundo tresmil de la jornada para mi historial.




Continuamos cresteando por la misma cordal, elevación formada por un gran caos de piedras que había que ir sorteando. Es más, al mirar hacia atrás, una vez descendido completamente, no tenía la forma dócil que nos encontramos al coronarlo en el sentido de nuestra marcha.

Poseíamos unas excelentes vistas sobre el valle del Lanjarón y la cadena montañosa paralela a la nuestra, así como la clara ubicación del deteriorado refugio de Peñón Colorado.


Seguimos descendiendo y perdiendo cota respecto al refugio de Elorrieta, prácticamente rozamos la cota de los 3000m como altura mínima en ese trayecto, pero pronto pudimos recuperarla comenzando a ascender hacia el Tajo de los Machos, como máxima altura del recorrido.

Terreno árido donde las piedras se acumulaban de formas caprichosas. En algunas se observaban las huellas de la erosión de los agentes atmosféricos.





Frente a nosotros estaban dos picos que sobresalían entre el resto y, hacia ellos nos dirigimos buscando los mejores pasos.

De repente se nos abrieron unas amplias vistas hacia nuestra izquierda, hacia el Este, divisando el enorme refugio de Poqueira.



Fotografiamos una extraordinaria y bella flor, según tengo entendido una de las mejores adaptadas a estas duras condiciones climatológicas, la planta Siempreviva.


Así, deleitándonos de estas bellas imágenes, alcanzamos el siguiente tresmil, el pico del Tajo de los Machos Norte, con sus 3.072m de altitud, mi tercero coronado.


Realmente se trataba de una elevación, antesala al más famoso de esta cordal, el Tajo de los Machos, que subimos a continuación. Cuarto tresmil conseguido, el Tajo de los Machos, con sus 3.086m de altitud.




En este pico nos paramos algo más que en el resto. Nos fotografiamos usando todos los fondos posibles y nos asomamos y exploramos sus zonas más abruptas, zona de los Tajos. Disponíamos de unas preciosas y detalladas vistas de la costa.


Esta elevación era un punto de inflexión de la trayectoria recorrida por la cordal hasta este momento. No muy acusada, pero significativa.


Bajamos entre lascas, aunque en ningún momento se trataba de un terreno complicado, dejando los tajos a nuestras espaldas. Desde la distancia eran más impactantes que estando próximos a ellos y, en poco tiempo, nos encontramos cerca del siguiente objetivo.


Alcanzamos el quinto tresmil, El Tajo de los Machos Sur o Cerrillo Redondo, con sus 3.056m de altitud. Una elevación simpática que disponía de grandes piedras como coronación y algunas con formas sugerentes, previas a la cumbre.




Bajamos algo de esta elevación para subir hacia la siguiente y última de la jornada. Era una subida larga y suave que en poco tiempo coronamos.

La Loma de Cañar, con sus 3.024m de altitud. Mi sexta y última cumbre de esta ruta.





Seguimos unos metros por la cordal, fotografiando el pico del Caballo, que prácticamente se encontraba a nuestro Oeste y, tras contemplar las vistas desde este extremo, iniciamos el regreso.



La vuelta fue por nuestros mismos pasos aunque evitábamos, dentro de lo posible, el continuo sube y baja a los respectivos picos de nuestro trazado anterior, recortándolos por la falda Oeste de esta cordal.





Alcanzamos de nuevo el refugio Elorrieta y realizamos la vuelta por el mismo camino que en la ruta anterior. Lagunillos de la Virgen, Yeguas y cruzando las pistas, transversalmente, de Borreguiles Altos. 










Una vez sobre la carretera, la recortamos por los senderos que la atraviesan hasta llegar al Albergue, donde teníamos el coche.




DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA: 




Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:

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