domingo, 5 de diciembre de 2021

CIRCULAR AL CALAR DE JUANA DESDE EL CORTIJO DEL MOLINILLO

 

Ruta realizada el día 25 de Marzo del 2017.

Fuimos Mª José y yo, Antonio, que últimamente parece que solo conocemos a nuestra queridísima sierra de Cazorla, Segura y las Villas, y como enamorados, no podemos prescindir de ella mucho tiempo, una sierra que nos está atrayendo demasiado, muy diferente a las que nos encontramos en nuestro entorno próximo.

En esta ocasión nos hospedamos en la casa rural Economato,  regida por un matrimonio encantador y amable, Loli y Manuel. Situado  en la carretera que une Pozo Alcón con Castril, antes de llegar a la presa del embalse de la Bolera, y ligeramente pasado el cruce que deberíamos tomar para realizar la ruta proyectada, es decir, el carril de tierra que nos llevaría al aula de naturaleza del Hornico.

La ubicación era extraordinaria para nuestro proyecto, subir al Calar de Juana desde el cortijo del Molinillo.

A la mañana siguiente, tomamos por el mencionado carril dirección hacia el Hornico, lo pasamos y dejamos el coche algo antes del puente que salva el arroyo del Guazalamanco, justamente donde el carril se bifurcaba, el de la izquierda y en ascenso subía hacia el arroyo.

Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos esta ruta, que aunque el objetivo principal ya lo habíamos pisado en un itinerario anterior con mucho frío, hielo y nieve, iniciábamos su ascenso por la vertiente contraria a la anterior ruta.

Lineal de ascenso al poyo de Juan Diego y Calar de Juana desde Fuente Garganta.

Situados junto al cortijo del Molinillo, caminamos sólo unos metros por la misma senda de los Pescadores o mejor dicho senda del Mesto, que realizamos semanas atrás, para al momento, dejarlo a nuestra derecha, conservando nosotros el ancho carril, que un poco más adelante se transformó en claro sendero.

Lineal desde el Molinillo por la senda del Mesto al Vado de las Carretas.

Aquí tuvimos la oportunidad de contemplar una de las facetas más llamativas y bellas de esta Sierra, los animales, esta vez representada por una dinámica ardilla, subiendo por las ramas de un pino.


Durante un trayecto caminamos paralelos a la cola del embalse de la Bolera y al río Guadalentín que lo alimentaba, por unas repisas rocosas despejadas de vegetación desde las que se tenían espléndidas vistas. Todo ese tramo fue relativamente llano, apenas tomamos altura o al menos, fue muy liviana.



El tramo despejado terminó pronto y rápidamente nos vimos entre un enorme pinar en ligero ascenso, de repente, en lugar de subir (que sería lo que tocaría) comenzamos a descender de forma acusada, llegando hasta el fondo de esa vertiente, para atravesar el arroyo Frío, tributario del Guadalentín.




Lo vadeamos sin problemas, poco caudal, pero de transparentes y corrientes aguas. Lo acompañamos durante un rato dirección Oeste, alcanzamos inmediatamente un carril que no abandonamos hasta adquirir una buena altitud. Por fin, se cumplía la lógica, comenzó el inevitable ascenso, de momento, por cómodo, aunque, algo tedioso carril.



Llegamos a una bifurcación que tomamos a nuestra derecha, casi invirtiendo el sentido de marcha que traíamos y comenzó el duro ascenso, bastante trayecto con un vallado lateral. De seguirlo, nos llevaría a las proximidades del cortijo de las Acebadillas, pero nosotros lo abandonamos mucho antes para dirigirnos hacia el cortijo Aserradores, por un perfecto sendero de herradura, que mediante un ideal trazado y soportando con soltura el paso del tiempo, nos fue subiendo por la ladera Este donde se ubicaba el cortijo, entre un enorme pinar.



Cuando alcanzamos el collado, se nos abrió frente a nuestros ojos una preciosa extensión de terrenos. La verdad es que no ubicaban nada mal los serranos sus cortijos, aunque no se puede olvidar la vida tan dura y aislada que llevaban.

Nos tomamos un respiro, lo pedía el lugar, pero mientras que Mª José se tomaba un piscolabis, yo me dirigí hacia uno de los dos cerros que nos custodiaban, el situado al Norte. Su superficie cimera achatada ofrecía unas vistas inmejorables, Jabalcón, la Sagra, entre otras muchas sierras y unas vistas muy llamativas del embalse.






Bajé y reanudamos la marcha, curioseamos algo las ruinas, que se mantenían a duras penas, observamos ligerísimas manchas de nieve que aun perduraban. De nuevo en ascenso, y por clara senda, siempre entre un frondoso pinar, tomando cada vez más altitud. El terreno cada vez más calizo. Vistas espléndidas.

Llegamos al collado que forma  la vertiente del Calar de Juana con la del cercano Caballo de las Águilas, dos altos hitos cónicos de piedras, cairn, lo atestiguaban. Mª José quiso pegarse otro descanso y yo no tuve otro remedio que encumbrar el próximo cerro. Por esta zona fue por donde vi más nieve esparcida, aunque sin ser nada de otro mundo.








De forma rápida lo ataqué y pronto estuve en su cumbre, aunque a diferencia del anterior, éste, era de cumbre rocosa afilada y alargada, con buenas caídas hacia el Sureste.

Tras las fotos y otear desde lo alto, descendí realizando una pequeña circular para reunirme con ella y acto seguido, proseguir con la ruta.





Continuamos dirección Norte, hacia la Nava de Don Antonio, por zonas cada vez más calizas y raleando cada vez más los pinos. Superamos un pequeño murallón calizo por un paso de herradura perfectamente construido en zigzag, para superarlo y en poco tiempo salimos a amplias y vastas zonas. La parte alta del Calar, donde sólo había pinos aislados y grandes extensiones pétreas con diferentes hundimientos.

Conectamos con el "Camino del Pilón del Ahogado a los Tornillos de Gualay", que nos forzó a un cambio brusco de dirección Norte que llevábamos a Suroeste, describiendo un cambio de sentido para buscar el hito cimero del Calar de Juana.











A la altura del pino de los cuatro brazos, abandonamos el camino para dirigirnos lo más directo posible al poste geodésico, por un terreno calizo con diferentes depresiones y zonas escalonadas, pero sin grandes dificultades.

Por fin, sobre el hito cimero, donde se apreciaba perfectamente la larga cordal que aun teníamos por delante y nos quedaba por realizar. Varias fotos y de nuevo en movimiento, bajándonos de esa especie de púlpito donde se encuentra la señal vertical, para continuar lo más fiel posible por la arista cimera.









Realmente, el hito no se encuentra en el punto más elevado del Calar de Juana, sino en la elevación situada más al extremo Norte de esta superficie, según IGN, denominado Calar, sin embargo, es la Peña Juana, situada en el extremo Sur como máxima elevación y que tiene la mayor altitud.

El recorrido desde el Calar a la Peña Juana, nos llevó por un terreno mixto donde el porcentaje calizo era superior y casi todo el recorrido fuimos junto a un murete calizo vertical de unos tres o cuatro metros de altura que te impedía, salvo en contados puntos, pasar al lado contrario, perdiendo vistas hacia ese lateral.

Por esa zona abundaban los pinos banderas, curvados e inclinadas por la acción del viento y nieve, tan frecuentes en estas cotas. Nos fuimos acercando a un promontorio calizo con forma de tarta (un chato cilindro de paredes verticales), muy similar, a lo que se conoce por la zona de Ronda, como Camarolos.

Yo creí que se trataba de Peña Juana, ya que podría ser el punto más alto de esa extraña cordal, pero antes de alcanzarlo, nos encontramos con tres hitos cónicos, que al mirar el mapa, muy posiblemente señalasen la Peña, por si acaso, me fotografié con ellos, para acto seguido, buscar una entrada por las verticales paredes de esa "tarta" pétrea a la que también nos alzamos y pisamos convenientemente.












Bajamos de esa extraña atalaya, con ciertas dudas de si Peña Juana fue la elevación sobre la que estuvimos anteriormente, pero bajo mi criterio, esa fue la cota más alta de esa larga cordal. A partir de este punto, nuestra ruta comenzó a descender y frente a nosotros, se alzaba majestuosamente, una elevación cuya cara Este, aparentemente desde nuestra posición, era infranqueable, ladera compuesta de losas calizas con una pendiente exagerada, intratable. Se trataba del pico en cuya base se sitúa la fuente de Juanfría.




Al no tener claro exactamente, por donde nos iba a mandar el track, de momento, daba la impresión que había que subir a esa "fortaleza inexpugnable", algo " acojonadillos" tiramos hacia adelante, menos mal que a medida que íbamos caminando enfilados hacia la "bestia", me percaté que el track nos desplazaba de la temida dirección, dejando de lado, a nuestra derecha, el Puerto Pinillo, collado que formaba la cresta Norte de la temible elevación.

Pero previamente, tuvimos que sortear lo que se podría considerar como la parte más técnica y de cierta dificultad del recorrido, justo antes de pasar cerca de la base de la temida mole y de contactar con un espléndido y claro sendero, una barranquera labrada en la roca caliza que nos hizo buscar los mejores pasos y decidir porqué ramal tirar.




Ya sobre la senda y mucho más tranquilos, disfrutamos de nuestro entorno, donde abundaban formaciones pétreas de diferentes formas, cada cual más caprichosa, incluso tuvimos la suerte de contemplar un bello ejemplar de muflón, que se nos quedó parado enfrente sobre la senda a pocos metros, la verdad, es que por unos instantes, pensé que lo que quería era embestirnos. Se dejó fotografiar y al final se fue tan tranquilo subiendo una ladera rocosa, inclinada y nada fácil, como cualquier cosa.






Continuamos por el sendero, hasta que de repente me empezó a sonar, me era familiar, yo ya había pasado por aquí, hasta que caí en la cuenta que ese tramo correspondía a parte de un sendero anterior que realicé con un grupo de conocidos que coincidimos en el inicio de la ruta de subida al Cabañas. 

Circular de subida al Cabañas,bajando por el arroyo del Guazalamanco

También me vino a la cabeza, el trayecto que realizamos campo a través por una inclinada ladera, por dirigirnos hacia el Guazalamanco. Así que no tenía claro si teníamos que realizar esa parte del recorrido, al final resultó que no.

La clara senda nos llevó en descenso hacia el arroyo Frío, que tuvimos que vadear. Aquí concretamente, además del bello rincón que existía, había un viejo y enorme tejo, digno de fotografiar. A continuación tocó ascender por la vertiente contraria hasta alcanzar el collado, para inmediatamente descender y ya no parar hasta conectar con el de ida.



Ese largo descenso que nos llevó por el Norte del cerro de la Hiedra y al Oeste de la acusada estribación Norte que posee, donde contemplábamos verdaderos murallones verticales, difíciles de superar, donde multitud de pinos laricios luchaban contra la gravedad y el complicado equilibrio, se nos hizo eterno. No parábamos de bajar por claros senderos, algún tramo de carril que pronto abandonábamos y con la luz diurna que poco a poco se iba apagando.

Tocó el turno al cerro del Enjambre que envolvimos por el Norte aprovechando un buen tramo de carril, para terminar por un espléndido sendero de herradura que pasamos a toda velocidad, ya que el recorrido parecía no llegar nunca a su fin y sin embargo la luz, sí.









Contactamos con la senda de ida y así, cerrar la circular, casi cuando estuvimos a punto de colocarnos los frontales y buscar la luz artificial.

El resto del camino, fue por donde lo iniciamos, donde nos resistimos a poner las luces, bien por flojera o por ser ya un trazado más cómodo, amplio y donde se podía ver algo más, por no estar tan tupido, aunque algún amago de tropezón, dimos.

Sólo restó encontrar el coche en la oscuridad, aunque dirigidos, a esta altura,  por las luces de los frontales.

DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:




Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/circular-de-subidaal-calar-de-juana-desde-el-molinillo-90229120

 

NOTA:

 

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.

Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.

 

Gracias por vuestra visita.

 

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