domingo, 15 de agosto de 2021

SUBIDA AL PICO PINOS Y AL PUNTAL DE LA RAYA DESDE LA CARRETERA DEL BERRUECO

 

Ruta realizada el día 7 de Enero del 2017.

Fuimos Patxi, Juan José y yo, Antonio, a realizar una ruta que realicé anteriormente con Mª José,  para subir a la máxima elevación de la sierra de los Pinos, el pico Pino, en la sierra de Grazalema.

Dejo el enlace:  Subidaa pico Pinos desde la carretera del Berrueco

Procedentes de Ubrique, por la carretera A-373, llegamos al cruce de las casas del Mojón de la Víbora y con dirección hacia Cortes de la Frontera, dejamos el coche en un pequeño ensanchamiento  junto a la carretera, pasado el kilómetro 46 aproximadamente. Enfrente había un carril de tierra que cerraba una ancha portilla.

Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos esta ruta con el principal objetivo, además del punto de inicio como novedad para encumbrar el pico Pino, de explorar una zona algo caótica y próxima a la cumbre, que en el itinerario que realicé con Mª José, observé de lejos y parecía interesante, además de localizar un arco calizo que me llamó la atención.

Por supuesto, todos los integrantes de esta salida, hemos pisado en numerosas ocasiones ambas cumbres, las conocemos bien, pero en esta ocasión, lo haríamos desde un lugar diferente, al menos, para mis compañeros de ruta. En la última ocasión que yo subí a Pino, partí desde ese punto.

Realmente para mí, lo diferente en este trazado sería la investigación por la zona caótica que comenté y de enlazarlo con la subida al Puntal de la Raya, dentro de la misma ruta.

Pasamos la gran portilla, al otro lado de la carretera de donde dejamos el coche, justamente al Sur del cerro del Rubio y por un carril en ascenso, entre alcornoques, nos llevó entre el citado cerro y al Sur, la Casilla de las Pulgas a una cancela verde que lo cerraba. En esta ocasión estaba cerrada, no como me ocurrió la anterior vez, pero al lado, en el muro de piedra longitudinal a ella, había un desprendimiento por donde se podía superar y continuar, ahora en descenso.

Descendimos un corto tramo, ya que enseguida lo abandonamos para acercarnos por un terreno relativamente llano, donde coincidimos con un lugareño que acumulaba piedras del terreno en un carrillo de manos, a la propia base de la descomunal ladera del pico Pino o Sierra de los Pinos. La bordeamos un intervalo dirección Norte, por un senderillo claro, hasta que dimos con una portilla, que no era otra cosa, que un mallazo de obra, al que le habían colocado un jersey (esto me lo explicó en la anterior ocasión el dueño de una extensión cercana, que me indicó que se lo ponía para que los ciervos lo vieran y no derribaran las portillas cuando venían en carrera desenfrenada)

Ahora, la senda en continua y exigente subida tomó dirección Este, casi alineada con la propia cumbre, pero a cierta altura abandonamos el claro sendero, lugar donde enlazaríamos a la vuelta para cerrar la circular, para tomar dirección Sur, bordeando por el Oeste las laderas de la sierra de los Pinos, que mostraba en esos momentos su cara más agreste e inexpugnable, según el IGN, el Tajo de las Majadillas.









Nos obligó a subir por piedra caliza, una buena pendiente, para salir a un enorme canchal que tuvimos que superar con una impresionante pendiente lateral. Pasado este escollo, de nuevo dimos con un tenue sendero que poco a poco se fue marcando más y, éste, nos llevó por unos impresionantes miradores naturales, desde los cuales, entre otras cosas, se divisaba perfectamente el cerro del Berrueco, un peñón rocoso que surge aislado entre una enorme extensión de terreno verde que lo rodea.





Alcanzamos un claro collado por la zona de los Coloradillos, al Suroeste de la elevación, tras superar un pequeño bosque de alcornoques, quejigos y encinas, divisando por fin nuestro objetivo a explorar, pero a la vez, al Sur de nuestra posición, vimos una cresta rocosa muy llamativa que también se nos antojó escudriñarla. Tras explorarla y obtener unas amplias y extensas vistas hacia el Sur, regresamos un tramo por nuestros pasos y enfilamos directamente al Norte, para alcanzar la zona de investigación proyectada.

Era como un pequeño torcal, un cúmulo de rocas con fisuras y grietas entre ellas, muy atrayente, situado a unos quinientos metros de la cumbre y a unos ciento cuarenta metros menos de cota.

No hubo desperdicios, bicheamos todos sus rincones, nos repartimos el terreno de exploración, no dejamos nada sin ver y logramos localizar y pasar por el puente pétreo, donde cayeron más de una foto.






















Una vez conformes y satisfechos con el reconocimiento del lugar, tiramos hacia la cumbre por un terreno mayoritariamente calizo, hasta pisar respetuosamente su poste geodésico. Lugar que parecía atraer al poderoso Eolo, que en ocasiones, casi nos derribaba.








Buscamos un lugar protegido del viento, para tomarnos un reporte de energía, pero tras un corto intervalo de tiempo, nos pusimos de nuevo en marcha, ya que era difícil estar allí por mucho tiempo, el viento se terminaba colando por todas partes.

Reemprendimos la marcha y no se le ocurrió otra cosa a mi compañero Juan José que bajar por la propia cordal que dispone el pico Pino hacia el Noreste, junto a un vallado que posiblemente sea de separación de términos municipales. Progresamos de forma rápida y por un desdibujado sendero, posiblemente el utilizado para colocar el vallado, fuimos avanzando buscando los mejores pasos.

Dejamos atrás el Tajo de las Majadillas, que lo llevábamos a nuestra izquierda, bajo nosotros, y a nuestra derecha, dejamos el Hoyo del Escobonal.







Decidimos bajar al fondo del valle por donde discurriría el arroyo estacional del Alcornocalejo, en contra tenía que era campo a través, con fuerte inclinación, salvando rocas, terrazas y vegetación densa en ocasiones, pero a su favor, se trataba de ser la vía más directa posible para alcanzar el objetivo.

Antes de llegar al arroyo, dimos con la senda principal y perfectamente marcada que de seguirla nos llevaría hacia Villaluenga del Rosario, pasando por los Llanos de Líbar. Caminamos un tramo por ella, ahora en ascenso, hasta alcanzar el Puerto del Alcornocalejo y en lugar de continuar en la misma dirección que llevábamos, cambiamos radicalmente de dirección, 90º a nuestra izquierda, para de nuevo, paralelos a otro vallado, seguir ascendiendo con dirección al Puntal de la Raya.




Una subida que realizamos rápida y fugaz, ya que sopesamos hacerla, por la hora que en esos momentos disponíamos, teniendo que asumir que parte del recorrido final, seguramente sería con falta de luz, pero vaya… no es una novedad para nosotros.

En esta subida, dejamos a nuestra derecha el cerro del Hoyo de los Quejigos, para algo más adelante, acceder a la línea divisoria de cumbres de la larga cordal del Puntal, que de continuar hacia delante, nos llevaría hacia los Llanos del Republicano. Una vez allí, sólo nos quedó acercarnos a su cumbre, recorriéndola longitudinalmente.

Tras gozar de las magníficas vistas a 360º que se pueden contemplar en esta cumbre y las fotos de rigor, no paramos demasiado tiempo en ella, comenzando rápidamente el descenso de la misma, por ir algo justo de tiempo.






Bajamos por el mismo camino que en la subida hasta alcanzar el punto donde encontramos la senda que nos subió al Puerto del Alcornocalejo, desde allí, sólo nos quedó seguir el claro sendero que nos condujo al lugar donde por la mañana, a la ida, lo abandonamos para subir al pico Pino.














El resto del itinerario fue una repetición de la ida hasta llegar al coche y lógicamente, como suele ser habitual en nuestras salidas, al final, la noche nos dio caza.












DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:





Si quieres el track de esta ruta, pincha sobre el siguiente enlace:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/subida-al-pico-pinos-y-puntal-de-la-raya-desde-la-ctra-de-berrueco-81102138


 NOTA:

 

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.

Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.

 

Gracias por vuestra visita.