jueves, 14 de mayo de 2020

SUBIDA AL CABAÑAS POR EL HORNICO Y REGRESO POR EL GUAZALAMANCO


Ruta realizada el día 24 de Abril del 2016.

Procedentes de Pozo Alcón y dirección hacia Castril, nos desviamos a la izquierda por el carril de tierra que se dirige a la casa forestal del Hornico, previo al que indica hacia la Presa del Embalse de la Bolera.

Pongo el track de acceso:

Las casas del Hornico, la I y II, se encuentran tras atravesar una cancela que normalmente suele estar abierta, pero ante la duda, deje el coche antes de cruzarla.

Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, estábamos preparados para afrontar esta nueva ruta, pero justo antes de comenzar, llegaron varios coches que aparcaron junto al nuestro. Se trataba de un grupo de amigos que pretendían realizar el mismo recorrido que el nuestro y se les veía muy conocedores de la zona, así que entablamos conversación y decidimos afrontar el recorrido juntos.

La mayoría eran de Cazorla y la componente femenina, era de Campo Cámara, si no recuerdo mal. Así que el grupo se amplió y los nuevos componentes eran Andrés, Celia, José Luís, Manuel, Óscar y Paco, una gente muy maja y agradable.

Pasamos la cancela y fuimos junto a la Casa Forestal del Hornico, primero por la II y luego por la I, actualmente un albergue juvenil, cogiendo rápidamente una senda clara y ancha, que sin dejarla nos llevaría directamente a la cumbre de la elevación, objeto principal de la ruta, el pico Cabañas.

Se trataban de personas que rondaban los treinta y pocos años, entrenados y nos llevaron a un ritmo fuerte para arriba, sin descanso.

En los comienzos del ascenso, fuimos cercanos al arroyo del Vidrio, incluso lo atravesamos, para ir poco a poco alejándonos de su curso, subiendo por la vertiente Sur que lo formaba.

Siempre entre enormes y chulos ejemplares de pinos Negros o Laricios, creo también denominados, Salgareños. A medida que íbamos tomando altura, teníamos mejores vistas de los diferentes brazos con lo que contaba el embalse de la Bolera.





A lo lejos teníamos las vistas de Sierra Nevada, aún blanca y la de otras elevaciones próximas y otras más retiradas que le daban una belleza especial a todo ese entorno.

Casi sin darnos cuenta, nos vimos ascendiendo por la vertiente Sur del Cerrón, alcanzando el Collado del Aire. Una explanada dónde parece, que se podría considerar como el lugar de nacimiento del arroyo de la Osa, donde tomaron agua algunos de los componentes del grupo. Parece ser una costumbre que tienen varios de ellos de beber en los arroyos con correntía, en sus partes altas. Desde los diez años, como me indicaron, supongo que tendrán sus estómagos inmunizados y a prueba de bomba.

La senda que traíamos de ascenso, conectaba perpendicularmente, en el citado collado, con el Camino de los Trancos a Puerto Llano. Hacia el Sur, a nuestra izquierda, se dirigía hacia el Puntal del Gato y para el Norte, nuestra derecha y por donde tomamos, hacia el Cabañas.

Tomamos por el ancho carril, para dar en poco tiempo, con la fuente del Artesón, donde tomamos agua y nos sirvió de excusa para reagruparnos y tomarnos un pequeño descanso.






Reanudamos la marcha y pronto nos desviamos, dejando de lado el carril, para tomar una clara senda que nos llevaría sin pérdida, a lo alto de la cumbre.



Por supuesto, seguíamos para arriba y sin descanso. Paco me acompañó este tramo, charlando continuamente y sin jadear un ápice.

Los ejemplares de pinos, eran extraordinarios, las vistas sobre el embalse, completas y las vistas de los alrededores, espectaculares. Sin desperdicio.




Antes de acceder a la caseta de vigilancia situada en lo alto, nuestra senda se unía con la que provenía para acceder al Cabaña desde la cara Oeste, desde la pista JF-7092, a continuación, dimos con un precioso arco de piedra natural y enorme, situado prácticamente debajo de la caseta. Un pequeño esfuerzo más y conseguimos aterrizar sobre la edificación.

Vistas a 360º, cumbre conseguida y máxima elevación de la Sierra del Pozo, con sus 2.026m de altitud. Claro está, fotos sobre la cubierta semicircular de la caseta y también en su poste geodésico, separado de la misma unos metros.
















Para mí, la vista más espectacular, fue la de la cordal de los Agrios, que tan buenos recuerdos guardo.
Allí comimos, unos dentro, otros fuera al solecito, más a gusto que un cochino en un charco.

Pero hubo que continuar, así que emprendimos el camino de regreso para cerrar esta circular.

Bajamos como las cabras por terreno calizo, apto para personas acostumbradas a patear por sendas campo a través, al final, terminamos conectando con el carril que dejamos para subir a la cumbre.









Continuamos con nuestro descenso, campo a través, dirección Oeste, buscando el barranco donde surge el arroyo del Guazalamanco. En ciertos momentos, dábamos con una sendas algo difusas, que a veces podíamos seguir y en otras, era la intuición la que nos movía.

Curiosas formaciones pétreas vimos por el camino, incluso, enormes placas lisas inclinadas, que algunos del grupo, utilizaron como pista de atletismo para coger velocidad cuesta abajo, llegamos a una barranquera, en cuya umbría, permanecía aún, algunos pequeños neveros. Creo que en ese punto deberíamos haber seguido descendiendo y hubiéramos realizado todo el curso completo del Guazalamanco, no que seguimos una senda claramente marcada y eso fue el principal motivo de nuestro despiste de parte del recorrido de regreso de esta circular.









Caminamos por senda marcada, por lugares de extremada belleza, pero algo recónditos del Parque. Llegó un momento, donde encontramos un cruce con la senda que llevábamos. Éste, nos llevaba hacia el barranco en cuyo cauce discurría el arroyo Frío.

Nos dirigimos al arroyo, lo cruzamos y pudimos contemplar un entorno salvaje y espectacular, fuimos testigos de cómo el arroyo esculpía la roca, formando bellas formas, también tuvimos la oportunidad de ver un ejemplar de tejo bastante viejo, según las indicaciones de José Luís, versado en la materia.






En este punto nos liamos un poco, deberíamos haber cruzado el curso fluvial y ascender la vertiente contraria, como al final hicimos, pero en primera instancia, continuamos el curso del arroyo y aquí se dividió el grupo. Tres continuaron por el mismo barranco y el resto, volvimos a retomar la clara senda hasta el cruce de ambas, retrocediendo un tramo por donde llegamos hasta alcanzar otra vez el arroyo en otro punto. Donde creímos tener clara la dirección correcta.



Pero durante un buen trayecto, tuvimos que realizar un largo recorrido campo a través y no adecuado para cualquier persona, firme inclinado e incómodo, pendientes laterales fuertes y había que tener un alto grado de orientación entre la maleza y el pinar por el que caminábamos.

Tras un buen rato y algunas indecisiones, dimos con el ansiado carril, donde tomamos un respiro y adquirimos una parte de la relajación perdida, por la tensión de la búsqueda de los mejores pasos en el tramo anterior.

Ya el resto del recorrido, no hubo ningún problema, senda clara que nos llevó de nuevo al curso del Guazalamanco.








Eso sí, una vez en el carril, lo anduvimos un corto trayecto, para desviarnos por una senda clara, en pendiente descendiente, que se abría a nuestra izquierda, según nuestro sentido de marcha. Indicada con un hito o un poste, no recuerdo bien.



Se trataba de una senda limitada por una alta vegetación que marcaba los laterales y entre el amplio pinar. Poco a poco nos acercó al cauce fluvial, que mediante gradas y saltos de agua, iba derramándose aguas abajo.





La verdad, es que se trataba de un lugar idílico, fresco, precioso, donde se te apetecía pararte y relajarte un rato, pero llevamos todo el recorrido hablando de nuestros compañeros, que no teníamos nada claro por dónde regresarían y por donde nos encontraríamos, con lo que realizamos este tramo bastante rápido.

Ya en el curso algo más bajo, decidimos darnos un respiro y que mejor que un instantáneo baño en sus aguas, no podía ser de otra manera, estaba congelada, unos se bañaron y otros aprovecharon para picar algo.












Pasamos por una preciosa cascada, que obligaba su fotografía, cruzamos en repetidas ocasiones el arroyo, de una orilla a otra.





La sorpresa nos la llevamos, casi a la altura donde un cartel metálico, indicaba fin de sendero para los que suben desde el embalse, cuando por el camino procedente de la Casa Forestal Fuente de la Yedra, situada junto al arroyo Frío, vimos al resto de nuestros tres compañeros caminando por el mismo, venían "muertos", por lo visto pasaron todo tipo de penurias por el barranco, caídas, arañones y prendas rasgadas, pero al menos, nos reencontramos y reagrupamos.


Ni ganas de ver la cascada, tuvieron y eso que estaba a menos de cien metros de donde nos vimos, venían bastante machacados.

Todos juntos, acabamos caminando por el citado camino, que nos conectó con el principal y paralelo al embalse de la Bolera, el que unía la Casa Forestal Picón del Molinillo con las Casas Pensión del Hornico, dónde comenzamos esta aventura.









Por el trayecto, pasamos junto a cercados de grandes fincas, como el Corral de la Dehesa, Los Geraldos. LLegamos a la Dehesa del Rincón, pasamos el puente que salva el arroyo de la Venta, uno de los que alimenta el embalse y alcanzamos nuestros coches, cerrando esta preciosa y aventurera circular.



Nos despedimos de nuestros amigos de ruta, con los que me encantaría tener alguna que otra aventura por este hermoso Parque Natural. Espero volver a verlos. Un abrazo a todos.

 DATOS DE INTERÉS DE ESTA RUTA:




 Si quieres el track de esta circular, pincha en el siguiente enlace y recuerda que el tramo que hicimos buscando el Guazalamanco, fue campo a través, algo complejo y muy enmatojado.


https://es.wikiloc.com/wikiloc/spatialArtifacts.do?event=setCurrentSpatialArtifact&id=49333260



NOTA:

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.

Gracias por vuestra visita.