Ruta realizada el día 29 de
Noviembre del 2015.
Fuimos Rodrigo y yo, Antonio, a
realizar un proyecto que tenía en mente desde hace tiempo, unir el Martín Gil,
el Palo y el Tunio en una misma circular, desde Cortes de la Frontera.
Llegamos a Cortes procedentes de
Montejaque, y nada más entrar en Cortes de la Frontera, antes de pasar el
Instituto, nos desviamos hacia la derecha por una carretera que muere a la
espalda del Centro. Al lado de la puerta del centro de estudios, dejamos el
coche.
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies, iniciamos nuestra ruta por el camino de tierra en que
se convierte la carretera por la que llegamos, siempre en sentido ascendente.
Pasamos junto a una nave para
recoger el ganado, donde siempre hay varios perros ladradores, que cada vez que
he pasado por aquí, montan un ruido insoportable. Más adelante nos encontramos
con una cancela que interrumpe el paso, nosotros tomamos justamente por su lado
derecho, por un sendero claro.
Este sendero sin pérdida, no es
más que un recorte al anterior camino, al que terminamos yendo y conectando de
nuevo, pero en un punto diferente y a mayor cota.
Una vez en el camino "Camino
de Grazalema", continuamos por él, pasamos junto a una fuente abrevadero,
el cortijo del Valle, donde nos saludaron dos equinos y algo más adelante
volvimos a dejarlo, para recortar por otro evidente sendero, aunque algo más
arriba, nos volvió a dejar sobre el omnipresente carril.
Desembocamos cerca de pequeñas
parcelas cultivadas y otra fuente abrevadero, donde descubrimos tritones,
además de ranas.
Aquí el carril, aunque nos
llevaba al claro collado que formaba la base del Martín Gil, situada al
Noreste, se abría a la derecha alejándose bastante de la dirección aprioris,
que debíamos llevar, con lo que tomamos un nuevo y último recorte a dicho
camino.
Claro sendero serpenteante que
nos subía una buena pendiente en corto desarrollo horizontal.
Terminamos, para no variar, sobre
el citado carril, justo en el collado. Hacia el Oeste, aún por camino,
podríamos tirar en dirección a la Sierra de los Pinos, para culminar sobre el
pico Pinos, hacia el Este, tomaríamos dirección hacia los Llanos de Líbar,
aunque el carril, pronto se transformaría en senda. Pero nosotros, ya teníamos
en nuestro punto de vista el itinerario a seguir.
Usamos parte del claro carril
hacia Grazalema, para dejarlo enseguida, buscando campo a través, alcanzar la
primera elevación más occidental de la sierra Blanquilla, cuyo vértice
principal es el pico Martín Gil, con sus 1.395 m de altitud.
Una vez alcanzada esta primera
torre del trayecto, nos limitamos a seguir, dentro de lo posible, toda la
cordal hasta la cumbre principal. Espectacular, vistas magníficas. Terreno
calizo 100%.
Maravillosas vistas, sobre el
pueblo de Cortes de la Frontera, el peñón de Líbar (una montaña que me encanta
subir a menudo, con su torcal en lo alto), los Llanos de Líbar y un sin fin de
sierras que aparecían a nuestro alrededor.
El seguir fielmente la cordal,
nos supuso bajar y subir bastantes metros, pero bien merecía la pena, por
disfrutar de esas espléndidas vistas a uno y otro lado de ella.
Llegamos a nuestro primer
objetivo del día, el Martín Gil, es la segunda vez que subo a esta elevación,
si mi memoria no me falla. Desde este
impresionante lugar de oteo, observábamos con todo detalle la continuación del
itinerario, entre otras vistas como el pueblo de Ronda y su tajo.
Para continuar con nuestro
proyecto, debíamos bajar a la zona común y de unión de ambas sierras, la
Blanquilla con la del Palo y entre ellas, existía una pequeña dorsal que jamás
había pisado y que no sabía si iba a resultar complicada o no.
Por supuesto, y me gusta siempre
recordarlo, un amplio tramo de todo el recorrido general, es campo a través,
por caliza y hay que estar muy acostumbrado a caminar por monte, para que no
surjan incidentes que puedan convertirse en accidentes.
Comenzamos la bajada desde el
Martín Gil, por roca caliza y buscando los mejores pasos, encontramos algunos
rebaños de ovejas y cabras, así como rincones preciosos, con pequeños llanos de
mullida hierba, pasando entre grandes encinas esparcidas.
Topamos con un vallado, cuando
alcanzamos la parte más baja de lo que teníamos previsto alcanzar. No lo
saltamos, simplemente lo acompañamos longitudinalmente, dirección hacia la Sierra
del Palo.
Al inicio, se trataba de un muro
de piedra, por el que caminábamos por su coronación, con el vallado metálico
justamente al lado. Lo seguimos bastantes metros y nos llevó al principio de la
cordal de la pequeña cresta que os comenté, situada entre ambas Sierras.
Bloques de caliza agrupados
caóticamente que intentamos por todos los medios, seguir fielmente su línea
divisoria.
Superamos uno o dos muros de
piedras que se interpusieron en nuestra dirección y comenzamos a subir la
pendiente de la vertiente de la sierra del Palo, siempre con el murete de
piedra longitudinal al lado, hasta que simplemente se terminó.
Continuamos en ascenso, por una
ladera caliza, con algunas matas, tipo esparto, que salían entre ellas.
La ladera o vertiente Sur,
de la sierra del Palo, era un mar calizo, como si hubieran desparramado
toneladas de piedras sobre el terreno, sólo de vez en cuando, se abría un hueco
de hierbas entre ellas.
Subimos por el borde de una clara
dorsal situada al Sur, hasta que alcanzamos la elevación más occidental de la
misma, tras haber pasado algún que otro hundimiento o poljes, en su parte
superior.
Atrás íbamos dejando toda la mole
del Martín Gil y la cresta intermedia, cuando localizamos a la lejanía el poste
geodésico del pico Palo. Por un terreno calizo y abrupto, conseguimos pisar con
todos los respetos su hito cimero.
Una vasta extensión de terreno
calizo a todo nuestro alrededor. Allí comimos apoyados sobre el poste geodésico
y descansamos un rato. Aún nos quedaba acercarnos hasta el Tunio, situado
ligeramente al Norte de nuestra posición, por un terreno calizo y por supuesto,
campo a través.
El Tunio son unas formaciones
pétreas que sobresalen del resto. Muchos senderistas han publicado fotos con
las diferentes caras que se le pueden sacar parecido en las paredes de rocas
"las caras del Tunio", además de las famosas pilas, donde en otros
tiempos, se utilizaban para hacer hielo y llevarlo a las diferentes poblaciones
cercanas.
Para llegar allí recorrimos un
largo camino, sorteando muchos obstáculos, entre la propia caliza, poljes y
demás accidentes geográficos.
Llegando al Tunio, entramos por
el Sur, bordeándolo por el Este, donde encontramos una valla fácil de superar,
para terminar subiéndolo por el Norte.
Vistas amplias a 360º, tuvimos la
suerte de tener un día claro y despejado.
Seguimos dirección Norte,
descendiendo la ladera del Tunio, hasta dar con un claro sendero que iba
paralelo a un vallado que nos acompañó un tramo a nuestra izquierda.
Llegamos a una cancela que pasamos,
cambiando radicalmente de dirección, prácticamente Oeste y descendiendo hacia
los Llanos de Líbar.
Senda perfectamente definida, que
nos fue bajando por la vertiente Norte de la Sierra del Palo, de Este a Oeste,
entre alcornoques, encinas y algún quejigo, además de plantas de menor porte,
para dar con el carril, que procedente de Montejaque. lo une con el refugio de
Líbar.
Antes de la conexión con el
carril, dimos con la fuente o pilar del Saucillo, una fuente abrevadero de
donde manaba un buen caño de agua.
Una vez en el camino, que
mantuvimos durante un largo recorrido de vuelta, lo seguimos en dirección hacia
los Llanos de Líbar. Atravesamos una cancela abierta, dejamos a nuestra derecha
el refugio de Líbar, no nos acercamos a él. Algunos lo indican como refugio
cortijo de los Llanos de Líbar y tiramos a nuestra izquierda, siguiendo el
camino junto al vallado lateral que se nos quedaba a nuestra izquierda, según
el sentido de nuestra marcha.
Seguimos por ese carril hasta que
se terminó en un ensanchamiento del mismo, a modo de posible aparcamiento.
Desde este punto, seguimos más o
menos por la parte intermedia de esta larga planicie, llegamos a la fuente de Líbar, una surgencia que genera
una pequeña charca que aflora en el mismo centro de los Llanos y continuamos dirección
hacia el inicio del Puerto del Correo, respectando todos los vallados y muros
existentes en el camino. Concretamente en este punto, tuvimos que pasar por un
saltavallas, para poder continuar con la ruta.
Justo antes de conectar con el
inicio del citado Puerto, entre encinas y alcornoques, el vallado lateral que
nos acompañaba continuamente, poseía una portilla que tuvimos que abrir y pasar
al otro lado, para cruzar el resto de los Llanos que aún nos quedaba, en
diagonal, dirección Sur y salir por otra portilla diagonalmente opuesta a ésta.
Tras pasar esta última portilla,
siempre dirección Sur y por senda clara y marcada, fuimos dejando atrás los
Llanos de Líbar, para poco a poco ir internándonos entre árboles, arbustos y
plantas de bajo porte, por el único pasillo natural posible, una pequeña
vaguada que nos llevaría a conectar con otra senda mucho más principal que la
que llevábamos, que unía la Casa del Pozo del Gastor con la población de Cortes
de la Frontera.
Ya por este último sendero y
dirección hacia la cercana población, lo seguimos, dejando a nuestra derecha el
Peñón de Líbar, un cercado al fondo y abajo, con su correspondiente cabreriza y
en poco tiempo, contactamos con el collado que alcanzamos en la ida, el formado
por la sierra Blanquilla (max. elevación el Martín Gil) y la vertiente
proveniente del Cerros del Espino, situado hacia el Oeste.
Una vez aquí, el resto del
itinerario hasta llegar al coche, fue por el mismo camino de ida que realizamos
por la mañana.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA;
NOTA:
Con este
blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago,
normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo.
Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de
realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en
cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las
explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de
este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni
la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los
tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro
agrado y os sirva la información.
Gracias por vuestra visita.