viernes, 30 de noviembre de 2018

Circular desde Cortes de la Fra. al Martín Gil, Palo y el Tunio, regreso por los Llanos de Líbar


Ruta realizada el día 29 de Noviembre del 2015.

Fuimos Rodrigo y yo, Antonio, a realizar un proyecto que tenía en mente desde hace tiempo, unir el Martín Gil, el Palo y el Tunio en una misma circular, desde Cortes de la Frontera.

Llegamos a Cortes procedentes de Montejaque, y nada más entrar en Cortes de la Frontera, antes de pasar el Instituto, nos desviamos hacia la derecha por una carretera que muere a la espalda del Centro. Al lado de la puerta del centro de estudios, dejamos el coche.

Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos nuestra ruta por el camino de tierra en que se convierte la carretera por la que llegamos, siempre en sentido ascendente.

Pasamos junto a una nave para recoger el ganado, donde siempre hay varios perros ladradores, que cada vez que he pasado por aquí, montan un ruido insoportable. Más adelante nos encontramos con una cancela que interrumpe el paso, nosotros tomamos justamente por su lado derecho, por un sendero claro.


Este sendero sin pérdida, no es más que un recorte al anterior camino, al que terminamos yendo y conectando de nuevo, pero en un punto diferente y a mayor cota.


Una vez en el camino "Camino de Grazalema", continuamos por él, pasamos junto a una fuente abrevadero, el cortijo del Valle, donde nos saludaron dos equinos y algo más adelante volvimos a dejarlo, para recortar por otro evidente sendero, aunque algo más arriba, nos volvió a dejar sobre el omnipresente carril.

Desembocamos cerca de pequeñas parcelas cultivadas y otra fuente abrevadero, donde descubrimos tritones, además de ranas.


Aquí el carril, aunque nos llevaba al claro collado que formaba la base del Martín Gil, situada al Noreste, se abría a la derecha alejándose bastante de la dirección aprioris, que debíamos llevar, con lo que tomamos un nuevo y último recorte a dicho camino.

Claro sendero serpenteante que nos subía una buena pendiente en corto desarrollo horizontal.


Terminamos, para no variar, sobre el citado carril, justo en el collado. Hacia el Oeste, aún por camino, podríamos tirar en dirección a la Sierra de los Pinos, para culminar sobre el pico Pinos, hacia el Este, tomaríamos dirección hacia los Llanos de Líbar, aunque el carril, pronto se transformaría en senda. Pero nosotros, ya teníamos en nuestro punto de vista el itinerario a seguir.




Usamos parte del claro carril hacia Grazalema, para dejarlo enseguida, buscando campo a través, alcanzar la primera elevación más occidental de la sierra Blanquilla, cuyo vértice principal es el pico Martín Gil, con sus 1.395 m de altitud.

Una vez alcanzada esta primera torre del trayecto, nos limitamos a seguir, dentro de lo posible, toda la cordal hasta la cumbre principal. Espectacular, vistas magníficas. Terreno calizo 100%.

Maravillosas vistas, sobre el pueblo de Cortes de la Frontera, el peñón de Líbar (una montaña que me encanta subir a menudo, con su torcal en lo alto), los Llanos de Líbar y un sin fin de sierras que aparecían a nuestro alrededor.



























El seguir fielmente la cordal, nos supuso bajar y subir bastantes metros, pero bien merecía la pena, por disfrutar de esas espléndidas vistas a uno y otro lado de ella.

Llegamos a nuestro primer objetivo del día, el Martín Gil, es la segunda vez que subo a esta elevación, si mi memoria no me falla.  Desde este impresionante lugar de oteo, observábamos con todo detalle la continuación del itinerario, entre otras vistas como el pueblo de Ronda y su tajo.




Para continuar con nuestro proyecto, debíamos bajar a la zona común y de unión de ambas sierras, la Blanquilla con la del Palo y entre ellas, existía una pequeña dorsal que jamás había pisado y que no sabía si iba a resultar complicada o no.

Por supuesto, y me gusta siempre recordarlo, un amplio tramo de todo el recorrido general, es campo a través, por caliza y hay que estar muy acostumbrado a caminar por monte, para que no surjan incidentes que puedan convertirse en accidentes.

Comenzamos la bajada desde el Martín Gil, por roca caliza y buscando los mejores pasos, encontramos algunos rebaños de ovejas y cabras, así como rincones preciosos, con pequeños llanos de mullida hierba, pasando entre grandes encinas esparcidas.



Topamos con un vallado, cuando alcanzamos la parte más baja de lo que teníamos previsto alcanzar. No lo saltamos, simplemente lo acompañamos longitudinalmente, dirección hacia la Sierra del Palo.


Al inicio, se trataba de un muro de piedra, por el que caminábamos por su coronación, con el vallado metálico justamente al lado. Lo seguimos bastantes metros y nos llevó al principio de la cordal de la pequeña cresta que os comenté, situada entre ambas Sierras.

Bloques de caliza agrupados caóticamente que intentamos por todos los medios, seguir fielmente su línea divisoria.

Superamos uno o dos muros de piedras que se interpusieron en nuestra dirección y comenzamos a subir la pendiente de la vertiente de la sierra del Palo, siempre con el murete de piedra longitudinal al lado, hasta que simplemente se terminó.






Continuamos en ascenso, por una ladera caliza, con algunas matas, tipo esparto, que salían entre ellas.

La ladera o vertiente Sur, de la sierra del Palo, era un mar calizo, como si hubieran desparramado toneladas de piedras sobre el terreno, sólo de vez en cuando, se abría un hueco de hierbas entre ellas.

Subimos por el borde de una clara dorsal situada al Sur, hasta que alcanzamos la elevación más occidental de la misma, tras haber pasado algún que otro hundimiento o poljes, en su parte superior.



Atrás íbamos dejando toda la mole del Martín Gil y la cresta intermedia, cuando localizamos a la lejanía el poste geodésico del pico Palo. Por un terreno calizo y abrupto, conseguimos pisar con todos los respetos su hito cimero.

Una vasta extensión de terreno calizo a todo nuestro alrededor. Allí comimos apoyados sobre el poste geodésico y descansamos un rato. Aún nos quedaba acercarnos hasta el Tunio, situado ligeramente al Norte de nuestra posición, por un terreno calizo y por supuesto, campo a través.











El Tunio son unas formaciones pétreas que sobresalen del resto. Muchos senderistas han publicado fotos con las diferentes caras que se le pueden sacar parecido en las paredes de rocas "las caras del Tunio", además de las famosas pilas, donde en otros tiempos, se utilizaban para hacer hielo y llevarlo a las diferentes poblaciones cercanas.

Para llegar allí recorrimos un largo camino, sorteando muchos obstáculos, entre la propia caliza, poljes y demás accidentes geográficos.

Llegando al Tunio, entramos por el Sur, bordeándolo por el Este, donde encontramos una valla fácil de superar, para terminar subiéndolo por el Norte.












Vistas amplias a 360º, tuvimos la suerte de tener un día claro y despejado.

Seguimos dirección Norte, descendiendo la ladera del Tunio, hasta dar con un claro sendero que iba paralelo a un vallado que nos acompañó un tramo a nuestra izquierda.









Llegamos a una cancela que pasamos, cambiando radicalmente de dirección, prácticamente Oeste y descendiendo hacia los Llanos de Líbar.

Senda perfectamente definida, que nos fue bajando por la vertiente Norte de la Sierra del Palo, de Este a Oeste, entre alcornoques, encinas y algún quejigo, además de plantas de menor porte, para dar con el carril, que procedente de Montejaque. lo une con el refugio de Líbar.

Antes de la conexión con el carril, dimos con la fuente o pilar del Saucillo, una fuente abrevadero de donde manaba un buen caño de agua.






Una vez en el camino, que mantuvimos durante un largo recorrido de vuelta, lo seguimos en dirección hacia los Llanos de Líbar. Atravesamos una cancela abierta, dejamos a nuestra derecha el refugio de Líbar, no nos acercamos a él. Algunos lo indican como refugio cortijo de los Llanos de Líbar y tiramos a nuestra izquierda, siguiendo el camino junto al vallado lateral que se nos quedaba a nuestra izquierda, según el sentido de nuestra marcha.

Seguimos por ese carril hasta que se terminó en un ensanchamiento del mismo, a modo de posible aparcamiento.





Desde este punto, seguimos más o menos por la parte intermedia de esta larga planicie, llegamos a  la fuente de Líbar, una surgencia que genera una pequeña charca que aflora en el mismo centro de los Llanos y continuamos dirección hacia el inicio del Puerto del Correo, respectando todos los vallados y muros existentes en el camino. Concretamente en este punto, tuvimos que pasar por un saltavallas, para poder continuar con la ruta.



Justo antes de conectar con el inicio del citado Puerto, entre encinas y alcornoques, el vallado lateral que nos acompañaba continuamente, poseía una portilla que tuvimos que abrir y pasar al otro lado, para cruzar el resto de los Llanos que aún nos quedaba, en diagonal, dirección Sur y salir por otra portilla diagonalmente opuesta a ésta.

Tras pasar esta última portilla, siempre dirección Sur y por senda clara y marcada, fuimos dejando atrás los Llanos de Líbar, para poco a poco ir internándonos entre árboles, arbustos y plantas de bajo porte, por el único pasillo natural posible, una pequeña vaguada que nos llevaría a conectar con otra senda mucho más principal que la que llevábamos, que unía la Casa del Pozo del Gastor con la población de Cortes de la Frontera.









Ya por este último sendero y dirección hacia la cercana población, lo seguimos, dejando a nuestra derecha el Peñón de Líbar, un cercado al fondo y abajo, con su correspondiente cabreriza y en poco tiempo, contactamos con el collado que alcanzamos en la ida, el formado por la sierra Blanquilla (max. elevación el Martín Gil) y la vertiente proveniente del Cerros del Espino, situado hacia el Oeste.











Una vez aquí, el resto del itinerario hasta llegar al coche, fue por el mismo camino de ida que realizamos por la mañana.

DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA;




 Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:



NOTA:

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.


Gracias por vuestra visita.