jueves, 8 de febrero de 2018

Macizo de las Ubiñas. Ubiña Pequeña, la Grande y Cerreos

Ruta realizada el día 29 de Agosto del 2016.

Mi cuarta y tercera gran ruta, en esta segunda etapa asturiana, además con la magnífica compañía de dos espléndidos montañeros asturianos Eduardo y Monchu, a éste último, conocido a través de la red, siguiéndolo en su blog "monchuxmontaña"

A Monchu, ya tuve el placer de conocerlo anteriormente en Mieres. Hizo de un perfecto y amable guía, mostrándonos Mieres y sus alrededores, además de invitarnos a la rica gastronomía del lugar.

A Eduardo, lo conocía por las fotos del Blog de Monchu, pero lo vi en persona el mismo día que realizamos esta ruta. Una espléndida persona.

La verdad es que realicé muy a gusto esta ruta, con la compañía de ambos, que me quisieron mostrar uno de los rincones más bellos, representativos y característicos de esa zona y me podía atrever a decir, de Asturias.

Agradecerles a ambos, el servirme de guías, aún sabiendo que para ellos podría ser , otra más, de las muchas ascensiones que hayan realizado a estas cumbres.

Desde aquí os mando un saludo y fuerte abrazo, espero tener la oportunidad de volver a realizar alguna que otra ruta juntos.

De Mieres nos trasladamos por la autovía hacia Campomanes y a su altura, tomamos la comarcal que nos llevaría hacia Tuiza, la pasamos y llegamos al Puerto de la Cubilla, al Alto del Palo. Sólo nos quedó acercarnos y aparcar junto a la Casa Mieres. Una casona enorme de piedra, de tres plantas y cubiertas a dos aguas de color negro, ubicada en una vasta extensión de terreno, donde pastaban plácidamente el ganado.


Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos este sendero, con cierto temor, congoja, de realizar una ruta con personas tan preparadas como ellos, aunque a la vez, amables y pacientes.

Dejamos atrás la Casa Mieres, situada en el Puerto de Pinos. Por carril claro, nos metemos en el Valle de la Alcantarilla, aunque pronto se convierte en sendero, bordeando una pequeña laguna, que mediante un pequeño muro de contención embalsaba su aguas.


Este valle, en su fondo se bifurcaba en dos. Hacia la derecha, se convertía en el Valle de María Delgado y te dejaba en la zona de la Veguina y hacia la izquierda, por donde tomamos, se introducía en el Valle Angosto. Al fondo, coronado por Ubiña la Grande.


Salimos al collado que cerraba el citado valle, denominado Cuesta el Caballo, junto a una fuente abrevadero rebosante de agua y se nos abrió otro nuevo valle, que según el IGN, es para todos los gustos, ya que marca Los Hoyones y también Los Ollones, ! Sin problemas, eludiremos las faltas de ortografía de esta manera ! Mirando en el blog de Monchu, el pone Los Ollones, así que yo le hago caso.

Se trataba de un terreno cubierto de hierba, con muchos surcos marcados y hondonadas, como formados por cursos de agua.


Atravesamos longitudinalmente el valle, y para continuar, teníamos dos opciones, la de la derecha, hacia el Norte, por sendero marcado, incluso un tramo de carril y la de la izquierda, por donde tomamos, hacia el Noreste, por el mismo cauce del Reguero del Valle de Riotuerto, que nos llevaría a una estrechez rocosa en forma de pequeño resalte, por donde discurrirían las aguas de ese arroyo, que para superarla, había que hacer uso de las manos, aunque para nada comprometida, ni difícil. La Estrechura como la llamaba Monchu. Además, por primera vez, tuvimos la vista de la primera de las elevaciones que pensábamos conquistar, Peña Ubiña La Pequeña.



Superado el resalte anterior, entramos en el siguiente valle, mucho más amplio que los anteriores, el Valle de Riotuerto. Todos los objetivos de la ruta frente a nosotros.


Fotos hacia todos los lados y sin previa anestesia, para arriba, por el primero de ellos.


Poco a poco nos fuimos separando del fondo del valle, para ir tomando altura, al principio suave, por pastizales, para más tarde, al llegar a la base rocosa del pico, en severa pendiente y por un senderillo entre rocas, bastante vertical, ir ascendiendo por la erosionada ladera de Ubiña La Pequeña.

Según Monchu, ascendíamos por la vía Normal, muy marcada e hitada, aunque exigente. ¿cómo serán las otras posibilidades?

Entramos en una preciosa canal, de esas que sólo me puedo imaginar al leer los relatos en el blog de mi amigo asturiano. Para ellos, es un accidente geográfico más, para mí, era impresionante y llamativo, esa canal herbosa limitada a ambos lados por formaciones pétreas y con una pendiente bestia. Subía cansado, pero satisfecho con el itinerario que realizábamos.


A medida que tomábamos altura, las vistas iban siendo espectaculares. Recuerdo una simpática ventana, un hueco entre las piedras que limitaban la canal, muy fotogénica.




Llegamos a la cumbre, aunque para ello tuvimos que pasar por un pequeño pasillo, hasta alcanzar el hito cimero, formado por una cruz de hierro con una pequeña placa colocada por el club Jultayu y un promontorio de piedras.





Fotos con todos los fondos posibles, por supuesto, con el de nuestro siguiente objetivo, Ubiña La Grande y con el Parque Natural de Somiedo, con los Albos y lagos de Saliencia, donde estuve anteriormente, entre otros.



Allí coincidimos con otro grupo que venía tras nosotros.


Tras otear y escuchar los comentarios de mis compañeros de ruta, sobre las diferentes vistas, llegó el momento de continuar.

Monchu decidió descender cresteando algo, dirección Noroeste, algunos pasos algo colgados sobre la ladera, pero sin dificultad, nunca aéreos en ningún momento. Bajada para gente acostumbrada a este tipo de terreno, lógicamente.

Siguiendo algunos hitos, fuimos progresando y lo que en principio, parecía que iba a resultar, al menos, complicado, no fue así, la pericia de Monchu, nos fue llevando por los mejores pasos hasta conseguir llegar a su base.






Después continuamos hasta la Collada Solmicho, y de ésta, al Collado Ronzón. A partir de este punto, de nuevo tocó subir.


Nos acercamos a la Carba, que la ladeamos por el Oeste y allí nos encontramos con un vallado que tuvimos que pasar. Las vistas hacia atrás sobre la Ubiña La Pequeña y su cordal por la que bajamos, era magnífica e impresionante.



A partir de aquí, empezó lo bueno, una larga y empinada subida por un sendero perfectamente marcado. También por la vía normal de ascensión a esta cumbre.


A cierta cota de altura, las vistas sobre los dos picos, el ya ascendido y el que quedaba por subir, el Cerreos, eran perfectamente claros a vista de pájaro. Por la parte intermedia de esta dura y larga ascensión, nos movíamos con farallones calizos muy llamativos por los laterales.

Desde la altura de nuestra posición, era muy chula la parte alta del Valle de Riotuerto.






Eso sí, Peña Ubiña La Grande, era una feria, un rosario de montañeros hacia arriba y otro tanto, descendiéndola, estaba claro que era una de las montañas clásicas para realizar por la zona.

Poco a poco y con un buen esfuerzo, fuimos alcanzando la parte alta, que consistió en una preciosa, aérea cordal rocosa, con vistas hacia las dos vertientes. Ya sólo nos quedó aproximarnos al solicitado poste geodésico.





Muchísimas fotos sobre él, el lugar lo merecía. Lugar de oteo excelente, vistas maravillosas, hacia los Fontanes, Cerreos y también sobre Peña Rueda entre otros.






Nos dirigimos hacia unos salientes, situados al Norte, para tomarnos los bocatas, refugiados algo del viento y con unas vistas maravillosas.

Tras el merecido descanso, retrocedimos algo por nuestros pasos e iniciamos un descenso casi directo sobre el Puerto de Tuiza.

Siguiendo las indicaciones de Monchu, tiramos hacia abajo por una ladera que en un principio, resultaba bastante increíble encontrar camino por ella. Pero con precaución y cuidado fuimos descendiendo, algún tramo lo bajo por los mismos canchales de piedras, dejándose resbalar controladamente, avanzando mucho más que nosotros.





Ya casi en su base y por sendero marcado, fuimos acercándonos cada vez más al citado puerto. Por un terreno casi horizontal, aunque sea difícil de creer en este trazado, conectamos con un vallado situado en el mismo collado, el Alto Terreos.


Desde este lugar se apreciaba bastante bien la población de  Tuiza de Arriba, lugar que en principio Monchu quería elegir como inicio de ruta para subir a Ubiña La Grande, pero al vernos y llegar al acuerdo de intentar los tres picos, prefirió hacerlo desde Casa Mieres.

Nos estuvo comentando que subir la Ubiña Grande desde ese lugar era una ruta muy bonita y merecía la pena. Anotado quedó y quién sabe si algún día se realizará.

Mirando hacia atrás la bajada realizada, todavía resultaba algo difícil de creer.


Teníamos frente a nosotros la inmensa ladera de Peña Cerreos, aunque respecto a las otras elevaciones, esta se veía más benigna y cómoda.

Nos pusimos mano a la obra, y por un difuso sendero, poco a poco fuimos ascendiendo, en momentos buscando los mejores pasos, ya que a veces se perdía la senda, hasta que por fin nos vimos en su parte alta, que por cierto, nos recibió con un muro, tipo trinchera, de la Guerra Civil.



Alcanzamos su cumbre, donde había un oxidado buzón y gozamos de las espléndidas vistas.

Curiosamente, nos entretuvimos con una simpática ratilla de campo que fisgoneaba por donde estábamos. También aquí coincidimos con montañeros en la cumbre intercambiando opiniones.






Bajamos casi alineados a como subimos, algo más hacia el Sureste, también en fortísima pendiente, aunque ya estábamos acostumbrados a ello. Caliza en su comienzo con algunos hitos de orientación y luego en su parte más baja, algunos senderos marcados sobre el pastizal.


Este descenso, más corto que los anteriores, nos dejó sobre una plataforma algo más elevada que el fondo del Valle de Riotuerto, por la zona de Puertos de Cerreos, más bien, limitaba al citado valle.


Lo recorrimos un tramo, por su borde perimetral, dimos con dos pequeñas torres o garitas, donde los soldados vigilaban en la Guerra Civil española, en ellas, nos fotografiamos.






Encontramos un lugar para seguir descendiendo hasta el valle, estaba hitado y además, parecía ser usado por el ganado. Bajado este desnivel, recorrimos la zona de la Senda del Pan, terreno mucho más llano y cómodo. Lugar donde pastaban numerosas vacas.




Ya sólo nos quedó caminar hasta conectar con el trazado de la ida, cerrando la circular, a la altura de Los Ollones. En lugar de regresar por la Estrechura, como hicimos a la ida, lo hicimos por el paso más cómodo, situado al Noreste de ella (por una de las opciones posibles, que comenté a la ida en este lugar)






El resto del itinerario, coincidió con el de ida. En los alrededores de la Casa Mieres, había una fuente de aguas claras y frías, que nos sirvió para asearnos ligeramente.


Ya en el coche y de vuelta, paramos cerca de Campomanes y Eduardo nos invitó a unas cervezas con un buen tapeo.


 DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:




Si quieres el track de la ruta, pincha en el siguiente enlace:

https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/macizo-de-las-ubinas-ubina-pequena-la-grande-y-cerreos-22527290



NOTA:

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.

Gracias por vuestra visita.